Tribuna
Una necesaria reflexión tras el acuerdo en los Centros de Iniciativa Social de Euskadi

El acuerdo, que responde a todas y cada una de las reivindicaciones sindicales, consigue derrotar la intención de Kristau Eskola y el departamento de educación de condicionar la negociación colectiva en el sector a la aplicación de la nueva ley educativa y la puesta en marcha del “servicio público vasco de educación”.
Bilbao 2023 - 2
Estación de Zazpikaleak de Euskotren, en Bilbao. Álvaro Minguito

Secretario general de CCOO Irakaskuntza

13 feb 2024 06:00

La firma de este acuerdo merece, ya en un momento de mayor sosiego, después de 16 días de huelga, otras tantas mesas de negociación y un agónico acuerdo in extremis, de un profundo análisis, porque aunque el sentimiento de triunfo es general entre trabajadores y trabajadoras, no es menos cierto que permanece una impresión en la conciencia de todas y todos los que hemos participado en esta movilización y esta negociación de que estamos ante un cambio de ciclo y ante la necesidad de un cambio de modelo.

Allá por 2010, la crisis financiera mundial provocó una reacción en cadena de contención y recortes en financiación y salarios que tocó de lleno los presupuestos del Estado y la comunidad autónoma. El sistema de financiación pública de los centros concertados, religiosos e ikastolas, se vio afectado de pleno. Para los profanos en el sector, hay que explicar que ambos convenios de iniciativa social de Euskadi e Ikastolas tienen la potestad y obligación de acordar las tablas salariales año a año con las respectivas patronales. Esas tablas siempre se negociaban teniendo en cuenta la evolución de la economía y la financiación pública, es decir las tablas de “pago delegado”. No es fácil explicar este concepto, pero hagamos un intento: un trabajador de la concertada tiene, digamos, un sueldo de 100, que es lo que se ha pactado en la negociación colectiva y “es ley”. El Gobierno Vasco, en base a sus presupuestos financia públicamente 99 de esos 100, a través de una transferencia directa al banco del trabajador o trabajadora, siendo esos 99 parte de unas tablas salariales que es lo que llamamos “tablas de pago delegado” cuyo importe decide de forma autónoma el Gobierno Vasco en base a sus presupuestos, como hemos dicho. Para poder cumplir “la ley”, es decir el convenio, los colegios e ikastolas privadas y concertadas tienen que aportar un euro de su bolsillo, llegando así a los 100.

Pues bien, en 2010, por la crisis, y a través de un decreto, el Gobierno decidió bajar el salario a todos los funcionarios, y como son vasos comunicantes, también las tablas de pago delegado, bajando de 99 a 89 su importe. A partir del 1 de julio de 2010, toda la concertada tenía que aportar no uno, sino 10 en cada sueldo para cumplir la ley.

Los colegios religiosos y las ikastolas, viendo el perjuicio económico en ciernes, decidieron “incumplir la ley” y bajar también el salario

Los colegios religiosos y las ikastolas, viendo el perjuicio económico en ciernes, decidieron “incumplir la ley” y bajar también el salario hasta los 89. Y a partir de ese momento empezaron dos batallas diferentes, aunque con un objetivo común en ambas redes: ligar “la ley” es decir el convenio a las tablas de pago delegado, eliminando de la ecuación el riesgo que supone para las patronales tener que cerrar unas tablas propias en la negociación colectiva. Estas batallas son el meollo de toda la problemática en este sector hasta la actualidad.

Educación concertada
Colegios religiosos Kristau Eskola: así coloca el PNV a sus candidatos en las directivas de centros religiosos concertados
La nueva directora de la red de centros de Kristau Eskola, María Eugenia Iparragirre, representó al PNV en el Senado junto al actual consejero de Educación del Gobierno Vasco, Jokin BildarratZ.

En Ikastolas, LAB, sindicato mayoritario, y patronales decidieron “aceptar la situación” en bien de los proyectos de ikastolas, convenciendo a la mayoría de su personal trabajador a que renunciara a reclamar “que se cumpliera la ley”, es decir, a seguir cobrando 100. Así desde 2011 hasta 2019. En los centros de Iniciativa social, sin embargo, comienza una lucha sindical que continúa, como hemos visto, hasta hoy: una sentencia del tribunal supremo, 34 días de huelga en total e infinidad de negociaciones consiguieron que el 1 de enero de 2016 Kristau Eskola y AiCE (y resto de patronales) volvieran a “cumplir la ley” y volvieran a pagar lo que las tablas, en ese momento vigentes, del convenio de 2009 imponían, y además que entre 2016 y 2019 devolvieran toodo el dinero que no habían pagado, forzando un acuerdo de fin de huelga histórico en noviembre de 2019 que además lograba importantes aumentos salariales para 2017, 2018, 2019 y 2020, años en los que las Ikastolas, mientras tanto, seguían cobrando, básicamente, con algunos incrementos propios mínimos, lo que estipulaban las tablas de pago delegado, que a su vez también habían ido subiendo, aunque a un ritmo mucho más modesto, aceptando LAB e Ikastolas, en la práctica, y a cambio de la paz social, ligar salarios a financiación pública.

Se ha conseguido limitar las irregularidades en jornada y desempeño de la Formación Profesional, con unas especificidades muy concretas que han mejorado mucho las condiciones de trabajo de este personal

No es esta una cuestión baladí. Si observamos la evolución del convenio colectivo de Ikastolas, pero también el convenio colectivo estatal de los centros financiados total o parcialmente con fondos públicos, que también tienen sus salarios ligados a la financiación pública a través de lo que se llama “complemento salarial autonómico”, podemos observar que, los avances en mejoras de condiciones laborales no salariales (jornadas lectivas, anuales de todos los colectivos, permisos, jubilaciones, complementos IT, etc.) son pocos o poco relevantes, independientemente de la diferencia en la calidad del texto de origen, indudablemente mejor en el caso de las Ikastolas. Pero si observamos la evolución del convenio de Centros de Iniciativa Social en el mismo período, el avance y la mejora de las condiciones laborales es tremenda. Además de incrementos salariales que compensaron la pérdida de poder adquisitivo y la crisis económica de esos años, se han conseguido reducciones significativas de las cargas de trabajo en todos los colectivos, sobre todo en los más feniminizados como Especialistas de Apoyo Educativo y Técnicas de Jardín de Infancia, y también para el Personal de Administración y Servicios. Se ha conseguido limitar las irregularidades en jornada y desempeño de la Formación Profesional, con unas especificidades muy concretas que han mejorado mucho las condiciones de trabajo de este personal, se ha establecido un procedimiento obligatorio para la recolocación del personal que puede perder su puesto de trabajo a causa del descenso de la natalidad y cierre de aulas por falta de matrícula y financiación y sobre todo, se ha establecido la jubilación anticipada a través del contrato de relevo como un derecho individual, sin pacto con la empresa que lo condicione, de todo el personal de los centros al 75%25, un logro que ningún otro convenio del sector contempla.

Todos estos logros han venido de la fuerza y el tesón de la movilización de los trabajadores y trabajadoras a través del liderazgo sindical en todo este turbulento período, y cuya herramienta fundamental, la negociación colectiva de convenios y, necesariamente, salarios, ha sido objeto de ataque directo por dos agentes muy concretos, que han intentado anular su efecto, pero que, afortunadamente, han tenido que claudicar ante la fuerza de la movilización.

En el periodo 2010 2019 fueron las patronales Kristau Eskola, AICE, Elizbarrutiko Ikastetxeak y alguna más que nos dejamos en el tintero, las que, con ahínco, y por motivos estrictamente financieros, pretendieron imponer el modelo que Escuelas Católicas y otras patronales estatales mantienen en el resto de comunidades autónomas, con una negociación colectiva maniatada por unos salarios ya definitivamente esclavos del complemento autonómico. Aquello provocó, en esencia dos períodos de huelgas de 5 y 27 días respectivamente.

Y un segundo período, el acutal, que ha culminado ahora con el acuerdo del 5 de febrero, cuyo principal agente ha sido el Departamento de Educación, con el consejero Jokin Bildarratz, y los viceconsejeros Xabier Aizpurua, Begoña Pedrosa, y la directora de gestión económica del departamento de educación Ane Urkiola, que han manejado los hilos que movían cuerpo y boca de María Eugenia Iparragirre en los tiempos de este conflicto y la negociación de este acuerdo.

En su día, la firma en 2019 del histórico acuerdo de fin de huelga en los centros de iniciativa social, y sobre todo el acuerdo de recolocación y la obligación de jubilar al 75%25 a través del contrato de relevo, fue posible, en gran parte, por la participación, sobre todo económica, del entonces departamento de educación liderado por la viceconsejera Olatz Garamendi (no recordamos quien era la consejera). Garamendi favoreció la firma de un acuerdo económico a tres, Departamento, patronales y mayoría sindical, para la financiación de ese acuerdo de recolocación y jubilación anticipada. Pero inmediatamente después de su firma y del fin de las huelgas en el sector, se celebraron elecciones al parlamento vasco, y el equipo del departamento de educación renovó por completo integrantes y objetivos.

Entre estos últimos se encontraba, principalmente, el desarrollo de una nueva ley educativa vasca, cuya tribulada generación, definición y firma conocemos sobradamente. La redacción de esta ley es crucial en la comprensión de cómo se ha generado y cómo se ha desarrollado este nuevo período de conflicto en los centros de iniciativa social, puesto que hasta la aprobación de la ley, que ha llegado tarde y muy lejos de los consensos iniciales, se ha impedido, por orden directa del departamento, que Kristau Eskola, que adolece claramente de capacidad, atienda la negociación colectiva, a pesar de que ya se habían celebrado más de diez huelgas en el sector.

El Departamento de Educación había puesto en la firma de la ley y en la constitución del “Servicio público Vasco de Educación”, que, a nuestro juicio, perpetúa la dualidad público-privada de nuestro segregador sistema educativo

Efectivamente, el Departamento de Educación había puesto en la firma de la ley y en la constitución del “Servicio público Vasco de Educación”, que, a nuestro juicio, perpetúa la dualidad público-privada de nuestro segregador sistema educativo y que pretende igualar ambas redes en “derechos y obligaciones” y por supuesto también en financiación; había puesto, decíamos, la casilla de salida para las negociaciones y posibles acuerdos de las redes concertadas, iniciativa social e ikastolas. En ese sentido, no hay que olvidar que, previamente a la firma de la ley, el departamento intentó allanar el camino con una cita en el santuario de Aránzazu, intentando pactar un “acuerdo global para la mejora de las relaciones laborales de toda la enseñanza vasca” con todos los sindicatos con representación en la educación privada y pública, allanando también el camino de la intención equiparadora de la ley entre lo que es público y lo que es privado.

Significativamente, y más teniendo en cuenta que las ikastolas hacía muchos años (desde 2010 recordemos) ya habían ligado salarios a financiación y no tenían mucho que perder en este sentido, el único sindicato firmante de ese acuerdo propuesto por la administración fue LAB, que, junto con EH Bildu, comparte con la sociedad y desde ese especial momento, la idea de que las Ikastolas concertadas no son ya privadas, sino “escuelas comunitarias vascas” pretendiendo iniciar un debate social sobre si “únicamente lo que es de titularidad pública es público” y si en ese concepto de “lo público” podrían entrar unas ikastolas que en su origen “han salido del pueblo y pertenecen al pueblo”.

Además de no conseguir ningún apoyo sindical más para “su plan”, el departamento tuvo que ver cómo la aprobación de la ley educativa vasca se retrasaba, obligando a Kristau Eskola a mantener el freno pisado y a no presentar ninguna propuesta de negociación viable y favoreciendo que la mayor empresa sindical que existe en este país, cuya política de ralentizar negociaciones para sacar luego rendimiento afiliativo de los conflictos, no encontrara mejor coyuntura y alimentara este conflicto.

Así, tras trece mesas negociadoras de convenio, y sin una sola propuesta de Kristau Eskola encima de la mesa, y una jornada de huelga en el mes de abril de 2023, convocada a modo de aviso de lo que podía venir, en septiembre en los centros de iniciativa social de Euskadi estalla de nuevo el conflicto en toda su intensidad, con una unidad sindical entre CCOO Irakaskuntza, ELA y STEILAS reforzada, con una participación problemática de LAB y con una UGT, que como suele, unos días ha dicho una cosa, y otros lo contrario; pero con una masa trabajadora, de nuevo entregada a la movilización y a la consecución de sus objetivos, que no son otros que trabajar en mejores condiciones y por un sueldo justo.

El 21 de diciembre se precipitan los acontecimientos y el parlamento vasco aprueba la ley educativa vasca. Inmediatamente después, en enero de 2024, LAB e Ikastolas firman un preacuerdo de convenio en el que se habla de una “homologación salarial” del personal de las ikastolas con sus homólogos de la educación pública. Y a la vez, Kristau Eskola presenta, por primera vez, una “propuesta” en la mesa negociadora, que no es otra que la misma, literalmente, equiparación salarial presentada en ikastolas, y cuya esencia radica en ligar salarios a financiación.

A partir de ese momento, “este es una oportunidad que no se puede dejar escapar” y “no se puede pedir lo que no es posible” se convierte en un mantra al que Kristau Eskola renuncia de un viernes a un lunes, convirtiendo en posible lo imposible, y aceptando “lo que no se puede pedir” ante la perspectiva clara y contundente de que los trabajadores y trabajadoras del sector le obligaran a renunciar al tren de los millones públicos que no se puede dejar escapar.

El acuerdo, pues, está servido. De nuevo es un buen acuerdo, que garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo perdido estos años de inflación, no liga los salarios a financiación, permitiéndonos seguir decidiendo nuestro futuro, alivia cargas de trabajo, mejora condiciones laborales de colectivos precarizados, que los hay en nuestros centros, regula las especificidades de la FP, ayuda al mantenimiento del empleo, favorece la jubilación anticipada, y vuelve a suponer un triunfo de la clase trabajadora.

Es cierto que la eficacia de este acuerdo es corta en el tiempo, pero no lo es menos que Kristau Eskola y el Gobierno tienen en su mano retomar las dinámicas que ya ponían en práctica antes de 2010, comprendiendo que el único camino posible es la negociación colectiva dinámica y continuada, y entendiendo y aceptando de una vez que este sector nunca va a permitir que se liguen los salarios a la financiación.

Desgraciadamente observamos en la patronal una actitud de derrota, que solo es achacable a su manifiesta incapacidad para sostener de una manera ordenada, cordial y adecuada una negociación colectiva más favorable para ambas partes, obligándose siempre a tener que firmar acuerdos in extremis, con huelgas, movilizaciones y un claro desasosiego social, acuerdos que luego siempre les cuesta hacer cumplir a sus empresas asociadas, que esa es otra.

Y es que una vez más, la determinación, el tesón y la convicción de hacer lo correcto de los trabajadores y trabajadoras y su movilización ha llevado a un triunfo frente a la soberbia gubernamental, de un departamento que ha querido anular la negociación colectiva, y frente a la incapacidad patronal, que pretende disfrazarla apelando a ficticias coacciones y presiones.

No creemos que este sea el camino y haremos todo lo posible para que de hoy en adelante, estas patronales, el sindicato mayoritario y este gobierno, o el nuevo que derive de las elecciones al parlamento vasco, tomen el camino de una negociación más pausada, más tranquila, más reflexionada, y que evite, en la medida de lo posible, que tengamos que llegar a nuevas convocatorias de movilizacion y huelga. Pero, sin olvidar que, si nos vemos obligados, trabajadoras y trabajadores del sector volveremos a la carga. Somos fuertes, estamos unidos, y eso es lo que hace grande a este colectivo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna ¡Que nadie se olvide de la educación pública!
A nosotras no se nos ha olvidado, porque nos queda claro que aun cuando el Parlamento haya legislado a espaldas de las multitudinarias manifestaciones que se han sucedido, este no es el sistema educativo que merecemos.
Tribuna
Tribuna Se trata de recuperar nuestra vida
Pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral.
Tribuna
Tribuna Unión Europea: malos tiempos para los derechos humanos
La directiva sobre sostenibilidad de las empresas es el reflejo de una huida hacia delante neoliberal frente a la crisis global, impulsada por los lobbys de las multinacionales que gobiernan la UE.
julen
17/2/2024 9:40

Si los centros privados concertado son "de iniciativa social", ¿qué empresa.privada con accionistas no lo es? Menos eufemismos para oculta que será la sociedad toda la que pagué las subidas de sueldo y la mejora laborales de las trabajadoras de los centros privados subvencionados.

0
0
Monika
25/2/2024 15:59

Y mientras en la pública nos ahogamos. Nos quitan recursos y se segrega cada vez más. Cierran centros, interinos después de 25 años sin trabajo, sin liberaciones de euskera, y jubilndose a los 66 ( sin contratos relevo)

0
0
Genocidio
Derecho internacional Sudáfrica exige que la Corte Internacional de Justicia haga explícita la orden de alto el fuego contra Israel
La campaña de exterminio sobre Rafah centra la audiencia de la Corte Internacional de Justicia convocada por solicitud de Sudáfrica. Los abogados africanos denuncian la “intención genocida” de Israel y piden un llamamiento explícito de alto el fuego.
Industria armamentística
Genocidio El gobierno niega la escala a un barco con armas destino a Israel pero sigue la incógnita respecto al 'Borkum'
El Ejecutivo niega el paso al puerto de Cartagena de un carguero que la semana que viene tiene previsto llegar al puerto de Haifa (Israel). El Gobierno defiende que el barco que ya está junto al puerto murciano transporta armas a Chequia.
Bilbao
Bilbao Los conductores de Bilbobus rechazan el preacuerdo que habían firmado UGT, CC OO y USO renunciando al IPC
Antes de las 20h, el resultado de la votación ha sido negativo: 287 votos en contra el preacuerdo y 249 a favor. Mañana los conductores de autobuses de Bilbao retomarán la huelga indefinida, paralizada el martes por UGT, CC OO y USO.
Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá el domingo 19 a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estudiantes de Santiago de Compostela arrancan la primera acampada gallega en solidaridad con Palestina
Varias docenas de alumnos y alumnas universitarias se concentran desde el martes en la Facultade de Historia de la USC en la capital gallega para protestar contra el genocidio cometido por el Estado israelí.
Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Más noticias
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.