Instituciones culturales
José Luis Pérez Pont: “Mi destitución fue una acción política”

El gestor cultural José Luis Pérez Pont fue cesado en sus cargos de director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y director artístico del Centre del Carme Cultura Contemporània de València en cuanto Vox llegó a la Conselleria de Cultura.
José Luis Pérez Pont, gestor cultural cesado por Vox
José Luis Pérez Pont, gestor cultural cesado por Vox. Eva Máñez
9 feb 2024 06:00

El 21 de noviembre de 2023, centenares de personas se congregaron a las puertas del Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) de València para protestar por el cese disciplinario dictado por el nuevo conseller de Cultura, el extorero de Vox Vicente Barrera, del hasta entonces director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y director artístico del CCCC, José Luis Pérez Pont. De nada servían las buenas cifras —y el éxito— conseguidas por la institución cultural, ni que el contrato firmado en 2016, y renovado en 2021, a través de una convocatoria pública estuviera en vigor. José Luis Pérez Pont (Alicante, 1972) licenciado en Derecho y doctor en Bellas Artes, es el “agitador cultural” que convirtió un museo vacuo en un lugar de encuentro de la ciudadanía: durante su gestión en el CCCC se programaron un total de 686 exposiciones, 7.309 actividades o 523 proyectos educativos.

En el CCCC se realizaron proyectos para concienciar sobre el cambio climático, la memoria democrática, el feminismo o la cultura LGTBI. Los actuales gestores políticos de Vox argumentan que ha habido mala praxis en su gestión y presuntas irregularidades administrativas. ¿Por qué cree que le han destituido realmente?
Siento que fue una acción política, no entienden que pueda haber profesionales independientes. No entienden que se haya trabajado con libertad y sin injerencias políticas. Porque ha sido así, no es lo habitual, pero en este caso los responsables políticos del gobierno anterior han dejado trabajar con libertad, independencia y sin injerencias políticas. En la única ocasión en la que me pude reunir con la actual Secretaría Autonómica de Cultura, esta manifestó un nivel de desconfianza enorme hacia la gestión que yo había realizado, y ello a pesar de que mi gestión había sido reiteradamente aprobada por los diversos representantes políticos de las entidades integrantes del Consorci. Quien instrumentaliza lo público para intereses partidistas cree que todos lo hacen y no entienden que hay profesionales que son independientes y que trabajamos priorizando los objetivos del interés general, del bien común y de lo público.

Ante el cese ¿qué medidas va a tomar? ¿Ya tiene planes de futuro?
Primero, recurrir el despido. Solicité un acto de conciliación que se celebró a finales de enero en el que no se presentaron y la demanda está interpuesta en el juzgado. En mis planes de futuro hay proyectos que se están gestando y estoy dispuesto a seguir escuchando propuestas. Mi mirada está puesta desde lo más local hasta lo internacional, me gustan los retos y creo que puedo seguir aportando.

El Observatorio de la Cultura (Fundación Contemporánea) incluye al CCCC entre las diez mejores iniciativas culturales del último año. ¿Qué siente cuando ve los resultados este ranking?
Nunca he trabajado pensando en rankings, he trabajado pensando en la ciudadanía y en el sector cultural. El reconocimiento al trabajo realizado es la consecuencia y se agradece, el CCCC encabeza la lista de imprescindibles en la categoría de centros culturales en España y ocupa la sexta posición de proyectos ejemplares en su compromiso social y con el desarrollo sostenible. Cuando llegué a la dirección de la institución en 2016, el CCCC, que ahora está en el octavo puesto del ranking estatal, ni tan siquiera aparecía en esa lista de más de 100 instituciones.

José Luis Pérez Pont
José Luis Pérez Pont posa para El Salto. Eva Máñez

¿Cuál ha sido el peor y el mejor momento en estos siete años?
El peor momento, sin duda, es la falta de recursos humanos, que es un peor momento prolongado en el tiempo. En estos años, el presupuesto se ha multiplicado por cuatro, la actividad se ha multiplicado por 15 y los públicos se han multiplicado un 450%. Todo eso pone de manifiesto la necesidad de dotar mejor de personal a esa institución. Lejos de eso, hemos tenido 13 trabajadores y durante varios años hemos contado solo con nueve. Ha habido que hacer un sobreesfuerzo, que agradezco a esos trabajadores que se han implicado para que las cosas salieran adelante, y ha habido un sobrecoste personal por mi parte, que me he visto obligado a trabajar por encima de lo exigible, entre 12 y 16 horas al día. Lo más satisfactorio, sin duda, ha sido conseguir dar un apoyo efectivo y eficaz al sector cultural, y por otra parte lograr conectar con los públicos de una manera amplia y poder demostrar que otros modelos de gestión son posibles y funcionan. Hemos roto con los cánones de la gestión cultural tradicional y hemos incorporado fórmulas de innovación en el funcionamiento habitual de los museos.

Soy un gran defensor de las convocatorias públicas que garantizan igualdad de oportunidades, transparencia en la gestión y democratización en el acceso

¿Cómo era la gestión del centro con apenas una decena de funcionarios y algunos de ellos quintacolumnistas o funcionariado gris? ¿Es algo que ocurre en general en todas las instituciones?
Habría que plantearse de qué forma llegan algunos trabajadores a esos puestos de trabajo. En el caso del Consorci de Museus primaron los procesos opacos, en los que no se valoraban los méritos profesionales en igualdad de condiciones. Por eso soy un gran defensor de las convocatorias públicas que garantizan igualdad de oportunidades, transparencia en la gestión y democratización en el acceso. Esa es la línea de trabajo que hemos desarrollado durante estos años en el Consorci de Museus y en el CCCC y que ha dado buenos resultados, diversificando la participación de profesionales y dando oportunidades también a aquellas personas a las que no tenemos por qué conocer personalmente, pero que sin embargo tienen talento y grandes capacidades, como se ha puesto de manifiesto en nuestra programación. Tener la oportunidad durante estos años de llevar a cabo una nueva fórmula de trabajo me ha resultado gratificante, sobre todo porque me ha permitido poner en práctica ideas que desde el sector profesional planteábamos. Por ejemplo, que es necesario remunerar a los artistas y reconocer el valor del trabajo intelectual y artístico, avanzar en materia de profesionalización, ser capaces de hibridar lenguajes impulsando la educación artística y que la cultura contemporánea tuviera una posición central para situarnos en el mapa internacional.

El Conseller de Cultura, Vicente Barrera, de Vox, ha declarado que quiere imponer una “cultura blanca, sin ideologías”, tras abrir una nueva línea presupuestaria de 300.000 euros a la Fundación Toro de Lidia en Madrid. ¿Es posible la cultura sin ideología?
Creo que se trata de ideologías que no respetan la pluralidad, especialmente en el ámbito de la cultura, que creen que su verdad es única y universal y se olvidan de que hay muchas verdades, muchas formas de ver el mundo. La sociedad se compone de una realidad rica, diversa y plural. No hay un solo punto de vista, pero hay personas que, posicionadas desde un determinado lugar, adoptan una mirada única y creen que por ser la suya está exenta de carga política e ideológica. En ese tipo de conductas lo que aprecio es una cierta posición excluyente.

De lo que se debería ocupar un conseller de Cultura de un territorio es de impulsar y apoyar a los profesionales y a las personas que tienen el talento para construir el relato de la cultura

El señor Barrera, continuamos con él, apenas ha dado dos ruedas de prensa desde que asumió como conseller de Cultura, la última para decir que iba a ser un dique de contención para el ministro Urtasun y la cultura woke. Parece que estamos en tiempo de guerra cultural.
Creo que de lo que se debería ocupar un conseller de Cultura de un territorio es de impulsar y apoyar a los profesionales y a las personas que tienen el talento para construir el relato de la cultura. La cultura no se crea en despachos ni en departamentos políticos, la cultura la hacen las personas y tenemos la suerte de tener un gran músculo cultural, con muchos profesionales valiosos.

¿Cree que estamos volviendo a una política cultural basada en despedir a los que estaban antes y poner a los que son afines? En definitiva, ¿una Conselleria para rendir cuentas al partido en el poder y no a la ciudadanía?
En el año 2007 se puso en marcha en España el Manual de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte, con el acuerdo del Ministerio de Cultura y las principales asociaciones del sector con el propósito de contribuir a la despolitización partidista de la gestión de la cultura y del arte. Eso ha dado buenos resultados en cuanto que ha logrado que profesionales puedan acceder al margen de las vías de lo partidista a ocupar puestos de dirección y de gestión en las principales instituciones culturales españolas y valencianas. No respetar esto representa una pérdida de calidad democrática en el funcionamiento de las instituciones públicas. Creo que es un retroceso, cuando los políticos acceden a puestos de gobierno tienen que ser conscientes que trabajan para toda la ciudadanía, no sólo para quienes les han votado.

José Luis Pérez Pont, el día de su destitución
José Luis Pérez Pont, el día de su destitución. Eva Máñez

Usted programó a 4.000 creadoras en un claro compromiso feminista.
En la historia de la cultura valenciana, española e internacional ha habido un déficit de falta de presencia y participación de las mujeres en la construcción del relato histórico artístico. Hay que trabajar para cumplir con la Ley de Igualdad que existe en el Estado español, pero también para saldar la deuda histórica que existe con las creadoras y las intelectuales. Excluir la mirada de las mujeres es profundamente injusto y no responde a la realidad de la sociedad en la que vivimos. He tenido siempre claro que había que trabajar para ser justos en el funcionamiento de una institución pública, que tiene que tener la capacidad de mostrar las miradas diversas que existen en la sociedad y por supuesto integrar de una forma prioritaria la visión y la participación de las mujeres en la construcción cultural de nuestro tiempo.

Una institución cultural debe funcionar como un espejo del mundo, siendo una plataforma y un altavoz de lo que está sucediendo en la calle

También programó numerosas exposiciones sobre las luchas y reivindicaciones de los movimientos sociales o directamente cedió espacios a estos colectivos. ¿Qué ve de interesante en ellos? ¿Por qué el mundo del arte debería mirarlos con atención?
Los movimientos sociales están activados por personas que forman parte de la sociedad y que son a su vez agentes culturales. Personas que están conformando el relato del presente; sin ellas no podemos hablar de la realidad que nos envuelve. Es importante que eso tenga presencia en la programación de la institución y que su participación sea visible, sobre todo porque a veces esos movimientos no siempre pueden visibilizarse como merecen. Una institución cultural debe funcionar como un espejo del mundo, siendo una plataforma y un altavoz de lo que está sucediendo en la calle.

¿Qué es la cultura inclusiva que usted defiende en charlas y ponencias?
Siempre he creído que la cultura tiene la capacidad de mejorar la vida de las personas y desarrollar la capacidad crítica. Sin educación y sin cultura, el ser humano está realmente mucho más indefenso, es por ello que la cultura es una herramienta imprescindible para hacer una sociedad mejor, más pacífica y con valores. La cultura inclusiva es la que se gestiona y se programa pensando en todas las personas y no solo en especialistas o en las élites culturales. Hemos demostrado que en la sociedad valenciana había hambre de cultura y que cientos de miles de personas, en concreto 2.600.000, han respondido a nuestra programación y han conectado con nuestros contenidos. Ha supuesto pequeños grandes avances y me da mucha satisfacción la manera orgánica en la que los públicos, y especialmente la infancia y la juventud, han conectado con las expresiones artísticas de hoy. Ese es el reto para cualquier museo, y en el CCCC lo hemos logrado con esta fórmula de agitación cultural que se ha convertido en un caso de éxito.

Para eso hay que hacer un trabajo horizontal, permeable, cercano y convertir la institución en un espacio de vida cotidiana. Se trata de contribuir a seguir avanzando en materia de democratización cultural y hacer accesible la cultura a todas las personas. Ha sido gratificante comprobar que había un público amplio que estaba demandando silenciosamente esas propuestas y que lo han disfrutado sonoramente. Es la respuesta de la ciudadanía, las personas no pueden demandar lo que desconocen. Cuando lo ofreces y existe una respuesta masiva, quiere decir que existía esa necesidad que no estaba atendida y nadie tenía la sensibilidad de percibirla, de impulsarla y de acompañar a esos públicos para que descubran el disfrute de la cultura y la experiencia de las artes visuales y de otras disciplinas artísticas que hemos programado durante estos años.

¿Le ha pasado factura su protagonismo crítico contra la política cultural del PP entre 1995 y 2015? A usted le llamaban el azote de Consuelo Císcar.
Mi posición crítica siempre la he ejercido desde la independencia y la libertad, nunca bajo parámetros partidistas. Soy, hasta el momento, un profesional independiente y como tal ejerzo. En aquel momento, como presidente de dos organizaciones profesionales, la Asociación Valenciana de Críticos de Arte y del Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales de España, representaba la posición mayoritaria del sector artístico, que desde la crítica de arte y junto a los artistas visuales, los directores de museos, las galerías de arte, etcétera estaban alineados en esa opinión sobre la mala gestión de los recursos culturales y de una institución tan relevante como era el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno). Es cierto que, desde que llegué a la dirección del Consorcio de Museos, he recibido un hostigamiento constante por algunos, los mismos que actualmente parece que han sido recompensados.

Tener la oportunidad de construir es siempre mejor que criticar, pero a veces las vías para poder construir son inexistentes. En aquella época, en la Comunitat Valenciana todas las puertas estaban cerradas. Mantuvimos numerosas reuniones con los responsables de entonces para proponer, por ejemplo, que se remunerara a los artistas cuando hacían una exposición en un museo público y se negaron siempre. Nuestra crítica no procedía de la confrontación, pretendía construir a una realidad mejor, ante la imposibilidad de llevar a cabo avances en el ámbito cultural. Esto es importante dejarlo claro, nuestra crítica se debía a la reivindicación profesional de un sector que estaba agonizante y que, lamentablemente, puede que vuelva a ese lugar.

Entre 2016 y 2023 he tenido la oportunidad, accediendo a través de una convocatoria pública con un proyecto de gestión, de poner en práctica todas esas ideas que proponíamos, logrando buenos resultados. La fórmula ha sido acertada y ha funcionado.

La institución tiene que ser una plataforma de impulso y de visibilidad, un espacio facilitador, nunca fagocitador

Hay una cultura que se diseña para privilegiados, una cultura especulativa que muchas veces se hace desde la institución. ¿Tenemos que irnos al underground para poder ver una cultura desde abajo?
Se tiene que potenciar la capacidad de los agentes culturales, de los profesionales y de la ciudadanía para poder llevar a cabo iniciativas culturales desde cualquier ámbito, también desde el underground por supuesto, eso enriquece siempre. Pero, por otra parte, la institución pública que gestiona los recursos públicos y los espacios que son titularidad de todas y de todos no debe ser un coto privado de caza que solo unos privilegiados pueden utilizar, los recursos públicos se tienen que poner a disposición de la ciudadanía. La institución tiene que ser una plataforma de impulso y de visibilidad, un espacio facilitador, nunca fagocitador.

¿Cuál cree que ha sido el legado del CCCC?
Creo que lo más valioso que ha sucedido es la implementación de un nuevo modelo de gestión para una institución cultural pública, que ha dado resultados beneficiosos para el sector cultural y la ciudadanía al conectar con los públicos, con la infancia y con la juventud. Esto ha sido un objetivo principal para mí, hemos logrado que el 44% de las personas que visitaron el año pasado el Centre del Carme tuviera menos de 30 años, algo que no sucede en los museos habitualmente.

¿Para qué debería servir un Consorcio de Museos?
El Consorcio de Museos debiera ser una herramienta de vertebración cultural en el territorio. Es esa la línea en la que hemos trabajado. En estos años hemos llegado a 881 municipios con programación cultural, desde las capitales a las áreas rurales. Un modelo de trabajo que echo de menos a nivel estatal y que el Ministerio de Cultura podría abordar. A veces parece que han trabajado pensando solo en Madrid, pero España es bastante más.

Una de las críticas que le hacen es que usted en el CCCC no tenía un concepto de museo, sino un repartir para todos.
No es repartir para todos, es abrir cauces bajo parámetros de igualdad para quienes presentan proyectos, que son seleccionados por profesionales que integran los jurados de forma independiente a propuesta de asociaciones, universidades, etcétera. Por lo tanto, usando un nivel de transparencia como no ha sucedido nunca en este territorio, lo que hemos logrado es que profesionales con buenas propuestas puedan llevar a cabo sus proyectos sin necesidad de ser amigos de quien dirija, ni hacer la pelota a nadie, ni estar en la órbita de un partido político, ni formar parte de un círculo de influencia. Esa es la manera en la que se debe trabajar profesionalmente, frente a trabajar para lograr el favor de quien tiene el poder en un determinado momento. Esa es la gran diferencia. Entiendo que hay personas a las que este modelo les molesta porque posiblemente no tienen el talento necesario, pero sí tienen las relaciones o las influencias en determinados entornos y evidentemente este modelo que prima la igualdad de oportunidades les incomoda. A las personas que tienen capacidades este modelo les va muy bien, porque su talento se abre paso de una forma justa, libre e independiente.

¿Para qué sirve un museo?
Un museo es un contenedor de memoria, por una parte, pero también es una institución capaz de construir relatos. Y en esa construcción de relato se contribuye a dejar un testimonio del pasado, a contar el presente y abrir vías y a generar potencialidades para proyectar un futuro posible. Creo que los museos, en su concepto tradicional, tienen que avanzar hacia el modelo que hemos implementado durante estos años. Que toma lógicamente bases del modelo tradicional, pero plantea otras cuestiones que son mucho más avanzadas, sobre todo en cuanto a participación, igualdad, transparencia y horizontalidad. Todo eso da como resultado una institución más rica, porque se nutre de muchas más voces, en la que participan más personas y colectivos. Esa suma genera una galaxia mucho mayor que cuando lo restringimos a círculos concéntricos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Instituciones culturales
Descolonizar el museo Colombia pide a España que devuelva el Tesoro de los Quimbayas
El Ministerio de Cultura de Colombia solicita formalmente el retorno de la colección Quimbaya que se encuentra en el Museo de América en Madrid.
Ni hablar
Ni hablar Museu del Art Prohibit
En el caso de que la cultura asuma una lucha política, lo político no mancha el sacrosanto jardín del arte; además, actuar desde la centralidad puede ser legítimo.
Instituciones culturales
Culturas Los agentes culturales comunitarios exigen al Gobierno que actúe contra el cierre de espacios como Harinera
La Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria denuncia “los atropellos de los gobiernos conservadores a la cultura”, con el ejemplo del final de Harinera anunciado por el Ayuntamiento de Zaragoza, y exige al ministro Urtasun que tome medidas.
Genocidio
Derecho internacional Sudáfrica exige que la Corte Internacional de Justicia haga explícita la orden de alto el fuego contra Israel
La campaña de exterminio sobre Rafah centra la audiencia de la Corte Internacional de Justicia convocada por solicitud de Sudáfrica. Los abogados africanos denuncian la “intención genocida” de Israel y piden un llamamiento explícito de alto el fuego.
Industria armamentística
Genocidio El gobierno niega la escala a un barco con armas destino a Israel pero sigue la incógnita respecto al 'Borkum'
El Ejecutivo niega el paso al puerto de Cartagena de un carguero que la semana que viene tiene previsto llegar al puerto de Haifa (Israel). El Gobierno defiende que el barco que ya está junto al puerto murciano transporta armas a Chequia.
Bilbao
Bilbao Los conductores de Bilbobus rechazan el preacuerdo que habían firmado UGT, CC OO y USO renunciando al IPC
Antes de las 20h, el resultado de la votación ha sido negativo: 287 votos en contra el preacuerdo y 249 a favor. Mañana los conductores de autobuses de Bilbao retomarán la huelga indefinida, paralizada el martes por UGT, CC OO y USO.
Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá el domingo 19 a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estudiantes de Santiago de Compostela arrancan la primera acampada gallega en solidaridad con Palestina
Varias docenas de alumnos y alumnas universitarias se concentran desde el martes en la Facultade de Historia de la USC en la capital gallega para protestar contra el genocidio cometido por el Estado israelí.
Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Más noticias
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.