Culturas
Rodillo, agencia de publicidad anticapitalista

Si quieres que el grupo de vecinas que protestan contra el abandono del barrio se haga famoso, llama a Rodillo. Te puede ayudar y, de paso, te echarás unas risas. Su actividad da pie a evaluar la vigencia de la guerrilla de la comunicación en los tiempos de las redes sociales.
Rodillo Guerrilla Comunicación
Fake que circuló por las autopistas de la información en 2014 en una campaña de presión a TV3 para que emitiera la película ‘Ciutat morta’.

El dependiente de una tintorería con un sospechoso parecido al humorista Eugenio tiene que limpiar la gabardina de Montserrat Tura, exdiputada socialista en el Parlament de Catalunya. Por ese trabajo pide 420 euros y para sufragar el gasto se pone en marcha un crowdfunding, un proceso de microfinanciación colectiva. La prenda se ensució en la acción de protesta Aturem el Parlament en Barcelona el 15 de junio de 2011 por la que en 2015 ocho personas fueron condenadas a tres años de prisión. Las manchas de la gabardina siguen esperando hoy que el mecenazgo popular consiga reunir esa ridícula cantidad para ser limpiadas.

Todo esto pasó y no pasó, en realidad. Desvelemos las cartas. “Hicimos un cortometraje de ficción de humor acompañado de una estrategia en redes para una campaña antirrepresiva en lugar de recurrir al típico cartel de denuncia”, explican los responsables de esta iniciativa comunicativa que en 2016 pretendía volver a situar el asunto en la agenda: montar ruido, que se hablara otra vez de Aturem el Parlament y de la solicitud de indulto de las personas condenadas que se iba a presentar al Ministerio de Justicia. Y hacerlo con carcajadas, aunque el tema fuese serio. Ambos objetivos se alcanzaron.

Los autores de esa acción se presentan ahora como Rodillo, agencia de publicidad anticapitalista. Según dicen, lo suyo, lo que les gusta, es hacer chistes malos, montarse películas, trolear a la ultraderecha, hackear plataformas y hacer memes. Palabras clave para los siguientes párrafos: publicidad, trolear, memes.

“Hacemos constantemente campañas gráficas para movimientos sociales con un lenguaje más directo: desde cartelería a clips de vídeo”, empiezan a detallar desde Rodillo sobre su actividad, polifacética, sin firma y desmarcada voluntariamente de la etiqueta de arte político. “Somos conscientes de que son necesarios diferentes tonos para diferentes objetivos y consideramos que no son excluyentes y que pueden —y deben— coexistir en una izquierda diversa y con targets distintos. Aunque en la web están recogidos algunos de ellos —como carteles para charlas, convocatorias o los gráficos que hemos hecho para La Directa—, generalmente no solemos atribuirles una autoría porque ni tiene mucho sentido ni es algo que nos apetezca potenciar ya que, en efecto, nos va más lo de la confusión”.

Lo que más les interesa, aseguran, son modelos de comunicación enrevesados, más “arriesgados pero a su vez más disruptivos y con mayor potencial comunicativo”. Apuntemos ya otro concepto clave en este reportaje: guerrilla de la comunicación.

Frame de La Modelo
Fotograma de un cortometraje realizado por Rodillo en una campaña por el indulto para los condenados por la acción Aturem el Parlament.

“Una de las características de la guerrilla —describen entrando en materia— es utilizar los códigos pop, las imágenes del propio capitalismo alteradas para atravesar esas esferas. Habitualmente, de hecho, trabajamos con referencias absolutamente populares como Pantomima Full para el spot del Sindicat de Llogateres o la serie Mad Men para la campaña Adéu Bcn!, impulsada por sindicatos de barrio y de vivienda”.

Este colectivo de guerrilleros comunicativos señala que también busca ese choque de mundos en las intervenciones que desarrolla en redes sociales, “pensadas para que atraviesen y expandan las propias burbujas: la idea es que el público sea partícipe de las acciones e interactúe con ellas, no necesariamente a favor, hasta que esas burbujas estallan abriendo líneas de fuga”. Como ejemplo exitoso citan el fake que realizaron junto a la productora audiovisual Metromuster sobre la valla publicitaria de la película Ciutat Morta en el festival de San Sebastián, que se fue expandiendo desde la complicidad de cuentas de Twitter cercanas hasta provocar un ruido que llegó a oídos de los medios y de los responsables de TV3, “logrando que la película se emitiera en este canal tras meses dando largas a la productora por cuestiones puramente políticas”. Otras veces, reconocen, “no eres capaz de romper esa burbuja pero siempre te echas unas risas y eso también siempre es salud para la resistencia”. Y así hemos llegado a otros dos protagonistas importantes en esta historia: los fakes y las risas.

“Darle la vuelta al lenguaje del poder es un giro en la creación que es muy potente, es una manera de responder desde la ironía, un proceso de afirmación que requiere de pocos recursos”, sostienen desde Rodillo

Las primeras experiencias en la comunicación política de quienes participan en Rodillo estaban relacionadas con la contracultura, el punk, la okupación, sus canales y modos de hacer: los collages, los fanzines, las radios libres, el hazlo tú mismo. Fueron su escuela, luego se matricularon en las técnicas de la guerrilla comunicativa y el culture jamming —sabotaje cultural— de los años 90 y primera década del siglo XXI, atraídos por las dinámicas de la comunicación que utilizaba el movimiento antiglobalización, la apropiación de los signos que hacían los zapatistas y los discursos de otros colectivos que empleaban recursos como la exageración, la simulación, la sobreidentificación, la subversión de los códigos o invenciones muy creíbles para criticar el consumismo, los partidos políticos y los mensajes de los medios de comunicación. Con sus diferencias, en esa liga de las prácticas que provocaban el despiste —y que a menudo eran infravaloradas como broma sin importancia política— jugaban nombres como los de la Fiambrera Obrera, los Yes Men, Luther Blissett/Wu Ming o la revista Adbusters, analizados en ese indispensable título de cabecera que fue el Manual de guerrilla de la comunicación, publicado por Virus en el año 2000.

Adéu, Barcelona
Campaña de comunicación para convocar una manifestación y una serie de acciones contra la especulación inmobiliaria en Barcelona.

“Darle la vuelta al lenguaje del poder es un giro en la creación que es muy potente, es una manera de responder desde la ironía, un proceso de afirmación que requiere de pocos recursos. Ese fue un momento de eclosión y se da un giro, al menos en el Estado español, en el que esas influencias generan fenómenos como los colectivos de guerrilla Las Agencias o Yomango. Hemos pasado por estos colectivos y también por otros como Metromuster, surgidos del 15M y enfocados en el vídeo-activismo y el cine documental, y también colaboramos puntualmente con muchas personas que igual no tienen esta trayectoria pero nos hemos ido encontrando en el camino”, hacen recuento desde Rodillo.

Pero en sus intervenciones han recogido todos esos aprendizajes y actualizado sus estrategias, teniendo en cuenta las mutaciones del entorno comunicativo y los movimientos del gran capital: “Pensando en lo rápido que hemos de reaccionar en la resistencia cultural frente a la velocidad a la que van las cosas, nos paramos un momento y decidimos que si hay tácticas que han quedado obsoletas, por ejemplo todos los fakes activistas que se hicieron en Twitter justo después del 15M recogidos en el vídeo The Troll Face —porque ahora serían inocuos o directamente contraproducentes entre tanta fake news—, nos pueden servir para proponer o elaborar nuevos enfoques comunicativos”.

“Las imágenes son ahora fantasmas que aparecen y desaparecen y quizá por eso hacer memoria a través del archivo de las luchas culturales es más necesario que nunca”, plantean desde Rodillo

En Rodillo hacen pero también conservan, y quieren constituir una suerte de archivo de las prácticas comunicativas desarrolladas durante la última década, más allá de sus propias acciones, ya que muchas se desarrollaron de manera colectiva y anónima. “Desde la aparición de las redes sociales, la comunicación se ha acelerado tendiendo prácticamente al directo, al presente. Las imágenes son ahora fantasmas que aparecen y desaparecen y quizá por eso hacer memoria a través del archivo de las luchas culturales es más necesario que nunca. Estas acciones no van a formar parte de ninguna memoria oficial así que sentimos la necesidad de recopilar algunos de los trabajos que hemos hecho o en los que hemos colaborado”, resumen.

El día en que murió la contracultura

En septiembre de 2003, la revista Adbusters empezó a vender Black Spot, las zapatillas deportivas diseñadas y comercializadas por estos activistas de la antipublicidad. Es el momento en el que, según Joseph Heath y Andrew Potter, autores de Rebelarse vende (Taurus, 2005), quedó claro que la rebeldía cultural, tal y como la plantea Adbusters, no supone una amenaza para el sistema sino que es el propio sistema. ¿Cómo va a ser transgresor vender calzado deportivo?, se preguntaban los dos investigadores en modo retórico en un ejemplo que venía a resumir la polémica tesis principal del libro: que nunca hubo un enfrentamiento entre la contracultura y la ideología del sistema capitalista y que, desde el momento en que nació, la contracultura siempre tuvo un espíritu empresarial. Las intervenciones sobre lo simbólico, denunciaban Heath y Potter, no parecen tener capacidad de transformación en un sentido progresista. En los últimos años se ha comprobado, incluso, que la gramática contracultural puede ser una herramienta válida y efectiva para la difusión de ideas conservadoras y reaccionarias. La nueva derecha ha descubierto la semiótica, se lee en Leia, Rihanna & Trump (Descontrol, 2019), un ensayo firmado por Proyecto UNA que desbroza los movimientos culturales más relevantes del último lustro y analiza los entornos que propiciaron la llegada al poder de dirigentes autoritarios como Trump o Bolsonaro. En sus páginas señalan que la estrategia más efectiva de la alt-right —la derecha alternativa, el término para designar a la extrema derecha del siglo XXI en Estados Unidos— sigue siendo la reapropiación de símbolos aparentemente pacíficos, estéticas infantiles que resultan comunes (dibujos animados, videojuegos, cómics,...) y resignificar esa cultura popular para conseguir hacer pasar su ideología reaccionaria como algo inofensivo. “Propagar ideas racistas y machistas por medio de memes en redes sociales y mensajería informática se vuelve mucho más efectivo que cualquier otro medio de adoctrinamiento”, afirman mientras subrayan que conviene no olvidar que detrás de todo esto “existen intereses políticos, corporaciones transnacionales y empresas publicitarias que se lucran con la circulación masiva de estas ideas”.

“El fascismo nunca ha conseguido crear cosas nuevas, sino que se ha dedicado a robar o reinterpretar mitos y símbolos del pasado y de la cultura popular”, afirma el colectivo Proyecto UNA

Preguntadas por las razones por las que la extrema derecha actual ha utilizado prácticas comunicativas desarrolladas por la izquierda contracultural, desde Proyecto UNA, que se define como colectividad millennial cuyo objetivo es desenmascarar las nuevas formas de fascismo, aluden al carácter parasitario de este: “Nunca ha conseguido crear cosas nuevas, sino que se ha dedicado a robar o reinterpretar mitos y símbolos del pasado y de la cultura popular. La estética fascista siempre ha ido a remolque de las izquierdas, como se puede ver claramente analizando la propaganda de ambos bandos durante la guerra civil, o en la actual estética fashwave, que no es más que la apropiación del movimiento artístico del vaporwave”.

En 2018, Angela Nagle publicó Muerte a los normies, un libro traducido al español por Orciny Press en el que indicaba los nombres propios y las dinámicas por las que una subcultura extremista y confinada en los márgenes terminó calando en grandes capas de la población estadounidense, en algunos medios de comunicación e incluso en el propio Despacho Oval. “La idea de que la vanguardia o lo radical son necesariamente de izquierdas proviene de los modos en que entendemos las subculturas”, decía Nagle entonces a El Salto, apoyándose en el hecho de que, en su opinión, ser provocador es una idea que ha vivido mejores días. “Ya es hora de desterrarla, desde el mundo del arte a la cultura pop. La vanguardia ha acabado. El deseo de ser un individuo único y diferente a la norma es una idea muy sobada”. Nagle también expresaba una cierta autocrítica sobre la creencia en la capacidad emancipatoria de internet: “Nuestra ciberutopía a menudo nos hace asumir que los movimientos online siempre van a ser de liberación”.

Machismo
Y el meme salió rana

En su propagación, la nueva extrema derecha estadounidense forjada en internet ha empleado lenguajes, herramientas y conceptos que parecían coto privado de la izquierda. Un breve ensayo de Angela Nagle ofrece pistas para desentrañar este cambio de paradigma.

Desde Rodillo confirman que en los últimos tiempos ha habido una apropiación de códigos y metodologías usadas tradicionalmente por la izquierda, como los memes o los fakes, pero apuntan también diferencias significativas: “El fake se ha usado desde la izquierda como táctica para atravesar la esfera pública y los medios de comunicación dominantes, especialmente antes de internet o en sus inicios y hasta la eclosión de los primeros años de Twitter, el 15M y la primavera árabe. Ahora la ultraderecha llena las redes de fake news, pero hay una diferencia. A la izquierda antagonista le interesa que el fake se desvele porque arroja luz sobre los hechos y pone en jaque a los propios medios. A la ultraderecha le da igual que se desvele. Otra diferencia es que las fake news están realizadas por agencias y hay mucho dinero de por medio, hay lobbies”.

Frame Llogaters
Fotograma de un spot de Rodillo para el sindicato de inquilinas de Barcelona.

Proyecto UNA sitúa el giro en torno a 2010, cuando se empezó a hablar de “manosfera” (del inglés “hombre” y “esfera”) en internet, y menciona la importancia en ese proceso de 4Chan, un foro anónimo que, pese a su potencial transformador, acabó convertido en una ciénaga de odio en la que la extrema derecha pescó. El todo por las risas que caracterizaba sus interacciones terminó siendo una puerta de entrada al machismo y al racismo más descarnados. En Leia, Rihanna & Trump lo dejan claro: “4Chan, yendo a contracorriente, consiguió precisamente penetrar en nuestra forma de ver el mundo como pocas creaciones digitales lo han conseguido. Dado que los participantes de este foro se veían a sí mismos como perdedores ajenos a un mundo que los rechazaba por su forma de ser y sus aficiones, decidieron tomar el papel de agitadores sin nada que perder. Consiguieron redefinir y fijar el concepto de trolear: inventaron la mitad de las bromas y el tipo de comunicación que aún hoy utilizamos, los memes. Finalmente, fueron la cuna de Anonymous, entre otros movimientos de corte comunitario. Hoy en día, resulta imposible hablar de internet sin hablar de la influencia de 4Chan”. En Proyecto UNA recuerdan que en los inicios de ese foro había elementos subversivos, y en cierto modo vanguardistas, en su acercamiento a los modos de producir cultura —autoría compartida, gusto por la remezcla y el collage, aparente antiautoritarismo y rechazo al liderazgo visible—, pero lamentan que el resentimiento, la envidia y la desconfianza terminaran imponiéndose para construir un monstruo.

“Una estética antisistema que esté vacía de contenido y propuestas es peligrosa, buen ejemplo de ello es la lucha contra el cambio climático, en la que toca pelear y meter discurso para que no se convierta en capitalismo o hasta en fascismo verde”, advierten desde Proyecto UNA

De cara al futuro más inmediato, estas activistas consideran que hay que crear imaginario y tener referentes en la ficción, pero también invertir tiempo y recursos para comprender “cómo operan las grandes plataformas de vídeo y streaming y decidir conscientemente si queremos estar allí y de qué forma”. En este sentido, en Rodillo se proponen investigarlas “no solo para saber usarlas sino para hackearlas en la medida de lo posible, es decir, si los fakes que se hacían en Twitter en 2011 hackeaban al propio Twitter para poder crear cuentas falsas, ahora hay que buscar otras formas de burlar estas plataformas”.

Desde Proyecto UNA recomiendan huir de dogmatismos y experimentar con canales y formatos nuevos, para lo que entienden imprescindible la observación de “lo que está haciendo la chavalada, porque hay gente muy joven haciendo un contenido de muchísima calidad con discurso anticapitalista y feminista. La brecha existente entre alguna de esta gente y los movimientos sociales de su barrio es algo que en algún momento hay que solventar”. Y advierten, a modo de resumen y conclusión, sobre los riesgos de fiar la iniciativa política a mera cuestión de imagen: “Una estética antisistema que esté vacía de contenido y propuestas es peligrosa, buen ejemplo de ello es la lucha contra el cambio climático, en la que toca pelear y meter discurso para que no se convierta en capitalismo o hasta en fascismo verde”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Cine Sydney Sweeney, el quiebre del imaginario que niega la existencia a las mujeres
En su nueva película, ‘Inmaculada’, Sydney Sweeney interpreta a nueva versión de la Virgen, una monja que se queda embarazada sin haber practicado sexo.
Culturas
El Salto Radio True crime o el placer de ver culpables
Destripamiento. Violación. Muerte. En geometrías variables y servidos en distintos grados de creatividad y detalle. ¿Programación del Festival de Terror de Sitges? No. Un día cualquiera en tu feed de Netflix o de Youtube.
#83604
25/2/2021 12:30

Os dejo por aqui en descarga el Manual de guerrilla de la comunicación. Un libro que repasa formas, acciones y colectivos de contrapublicidad etc. https://www.viruseditorial.net/paginas/pdf.php?pdf=luther_blisset_manual_guerrilla_comunicacion_baja.pdf

El surgimiento de nuevos movimientos sociales en la última década se ha visto acompañado de nuevas formas de ocupación del espacio público y de entender la (contra)información. Sin embargo, muchas de estas formas no son nuevas. En el manual se hace un exhaustivo repaso histórico y conceptual de los grupos, ideas y formas de actuación que podemos asociar a la práctica de la guerrilla de la comunicación.

1
0
diazcruzadojesus
24/2/2021 16:16

Uhmm..

Pues se ha quedado un bonito día para hacer un publireportaje ¿no?

0
1
#83342
23/2/2021 8:47

Tratar de “documental” a ciutat morta es un insulto ni contracultura ni nada

0
8
#83360
23/2/2021 11:35

Diselo al Festival de Málaga de Cine Español :
"Ciuat Morta" Premio al mejor documental. 2014

6
0
#83370
23/2/2021 13:11

Asi esta el nivel, a no ser que fuera el premio de ciencia ficcion

0
4
#83511
24/2/2021 20:23

Debes ser más de Asimov...

pero hombre, no ves que la peli da para hablar de un poder transversal al catalanismo y el PSOE y enquistado en el Ayuntamiento BCN? No te motiva?

0
0
Genocidio
Derecho internacional Sudáfrica exige que la Corte Internacional de Justicia haga explícita la orden de alto el fuego contra Israel
La campaña de exterminio sobre Rafah centra la audiencia de la Corte Internacional de Justicia convocada por solicitud de Sudáfrica. Los abogados africanos denuncian la “intención genocida” de Israel y piden un llamamiento explícito de alto el fuego.
Industria armamentística
Genocidio El gobierno niega la escala a un barco con armas destino a Israel pero sigue la incógnita respecto al 'Borkum'
El Ejecutivo niega el paso al puerto de Cartagena de un carguero que la semana que viene tiene previsto llegar al puerto de Haifa (Israel). El Gobierno defiende que el barco que ya está junto al puerto murciano transporta armas a Chequia.
Bilbao
Bilbao Los conductores de Bilbobus rechazan el preacuerdo que habían firmado UGT, CC OO y USO renunciando al IPC
Antes de las 20h, el resultado de la votación ha sido negativo: 287 votos en contra el preacuerdo y 249 a favor. Mañana los conductores de autobuses de Bilbao retomarán la huelga indefinida, paralizada el martes por UGT, CC OO y USO.
Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá el domingo 19 a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estudiantes de Santiago de Compostela arrancan la primera acampada gallega en solidaridad con Palestina
Varias docenas de alumnos y alumnas universitarias se concentran desde el martes en la Facultade de Historia de la USC en la capital gallega para protestar contra el genocidio cometido por el Estado israelí.
Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Más noticias
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.