Música
Fatoumata Diawara quiso ser la primera mujer africana en tocar la guitarra eléctrica

La cantante maliense Fatoumata Diawara desplegó en su concierto en Madrid sonidos cercanos al wah wah de Jimi Hendrix y un final de fiesta total con “Bonya”, una de las canciones que mejor describe lo que es el pop en 2019. Asimismo se presentó como embajadora de todo el continente africano, una posición controvertida para un músico.

Fatoumata Diawara, en concierto en Glasgow (Escocia) en 2018.
Fatoumata Diawara, en concierto en Glasgow (Escocia) en 2018. Fotografía: Kenny Mathieson.

No están siendo días fáciles para la artista Fatoumata Diawara. A finales de la semana pasada perdió a su padre y viajó a Mali para pasar unos días con la familia. Con un embarazo muy avanzado, un principio de anemia ha hecho acto de presencia acompañado por la recomendación médica de que descanse y suspenda los próximos conciertos. Algo que también le ha aconsejado por activa y por pasiva su mánager. Pero Diawara es dura, resistente, y mantuvo contra viento y marea la fecha de su primera actuación en Madrid, celebrada en la tarde noche del 25 de junio en el Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez. Un concierto que inaugura el primer festival Músicas del Mundo Madrid.

Más que como una figura de la world music —ese significante vacío que, en realidad, oculta desdén y confina a los músicos a una segunda categoría: la de los otros, los que no hacen música sin apellido, la etiqueta que nunca se aplica a las estrellas occidentales—, Diawara ofreció en Madrid un recital que la consagra como nombre relevante en la música popular que actualmente se hace en todo el planeta. Una garganta dura y versátil, educada pero indómita, como la propia Diawara, que tan pronto pasa de las letanías atávicas a unos irresistibles juegos vocales de fantasía pop en idioma bambara.

“Quise ser la primera mujer africana en tocar la guitarra eléctrica y aprendí por mí misma, poco a poco, con un montón de trabajo y práctica. Hay muchas grandes voces en el continente así que yo quise dar otro paso”, recordaba a El Salto un par de días antes del concierto. Una frase poderosa, un titular regalado, una afirmación que admite muchas lecturas. Como la propia música que hace Diawara, combinado de lo viejo y lo nuevo, lo de Bamako y lo de París, la kora y la guitarra eléctrica.

Fatoumata Diawara se presentó en Madrid como embajadora de todo el continente africano, una posición un tanto excesiva para un músico, lo que le puede acarrear pasos en falso y situaciones comprometedoras —la tan temida distancia entre teoría y praxis—, y lanzó un mensaje a favor de la paz universal, la apertura de fronteras y el empoderamiento de las mujeres africanas que, por momentos, emocionó y convenció. Aunque también, justo es reconocerlo, en otros sonó a souvenir, a atrezo quizá innecesario —dicho desde el lugar de privilegio de un periodista blanco europeo— para una artista a la que se vio mucho más suelta y creíble cuando se desmelenó y puso a bailar a una audiencia entregada. Porque el rico discurso musical de Diawara dejó menos dudas. Arrolló, de hecho, especialmente en el último tramo, una vez roto definitivamente el hielo.


Nacida en Abiyán en 1982 cuando su familia estaba instalada en la capital de Costa de Marfil, Diawara creció rodeada por un amplio y sugerente entorno artístico en la casa paterna y en la de su tía en Bamako, de donde salió siendo apenas una adolescente con billete de ida destino a Europa, París en concreto. Allí desarrolló su carrera como actriz, que ya había comenzado en Mali en teatros en los que aprendió los gajes de la actuación.

Después llegaría la música, con Fatou, un primer disco publicado en 2011, y colaboraciones con nombres ilustres como Herbie Hancock, Bobby Womack o Damon Albarn. Fenfo, su continuación, despegó en 2018 y la llevó a nuevos escenarios, como la actuación en la ceremonia de entrega de los Premios Grammy o la playlist personal de Barack Obama con los mejores discos del año según el criterio del expresidente de Estados Unidos. “La música es mi forma de expresión personal y artística. Para mí es la mejor manera de comunicar lo que hay en mi alma. Tengo un montón de cosas que decir, en mi nuevo disco he elegido hablar sobre migración, amor, igualdad y la atracción entre todas estas situaciones”, reconoce la artista, quien sobre el escenario aseguró que África no es solo violencia, pobreza, expolio y guerra sino también otras muchas cosas bonitas. Aunque ella se ha atrevido a cantar sobre la mutilación genital femenina.

La vida partida de Diawara entre la raíz y el domicilio postal —“Mali es mi país y donde vive mi familia, así que está siempre en mi corazón, viajo varias veces al año para pasar tiempo con los míos”— se filtra en sus canciones y en su manera de acercarse a la música: “No quiero perder mi cultura pero al mismo tiempo estoy totalmente abierta a nuevos colores, nuevas experiencias. Fenfo es mi segundo disco y yo, el resultado de todo lo que he aprendido desde el primero. Fenfo está hecho sobre ritmos africanos, funk, afrobeat, upbeat,... Me siento más cerca de la música africana pero realmente me siento cerca de toda la música: escucho desde Nina Simone a Angelique Kidjo o Sade”. Una apertura de miras que se pudo escuchar en el concierto en Madrid, con sonidos cercanos al wah wah de Jimi Hendrix y un final de fiesta total con “Bonya”, una de las canciones que mejor describe lo que es el pop en 2019.

Archivado en: Música
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Música
Música y política Israel gana Eurovisión 2024 antes de la final
Tímidos gestos de protesta de los artistas, actos de censura por parte de la organización y llamamientos al boicot en la semana grande de Eurovisión, un evento que se dice apolítico para justificar la participación de Israel.
Música
La revuelta La fiesta y la revuelta
Del Congo Square de las comunidades negras de Nueva Orleans a los carnavales del Movimiento de los sublevados de la tierra, la música y la fiesta han ido de la mano de la subversión política y social.
#36343
26/6/2019 11:23

Hay que prestar más atención. El titular es muy importante. Sale repetida una palabra. Se ve de lejos.
"...quiso ser ser..." Suerte.

0
0
Industria armamentística
Comercio de armas Un envío de armas a Israel enciende la polémica sobre la complicidad de España en el genocidio
Cerca de 35 toneladas de material militar a bordo del buque ‘Borkum’ han hecho escala en Las Palmas y Cartagena. Después de pasar por Eslovenia y República Checa, terminarán en Israel, según una filtración a la que ha tenido acceso la Rescop.
Maltrato animal
Maltrato animal Una nueva ‘granja del terror’ salpica a la cadena de suministros de Lidl
El Observatorio de Bienestar Animal denuncia a una granja burgalesa por maltrato animal y publicidad engañosa tras publicar imágenes de cerdos maltratados y en condiciones de vida deplorables.
Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.

Últimas

Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Videovigilancia
Derechos y libertades Videovigilancia algorítmica en nombre de la seguridad de los Juegos Olímpicos de París
Aunque las autoridades francesas aseguran que no se utilizará el reconocimiento facial durante los Juegos Olímpicos de París, existe el temor de que el uso de la videovigilancia algorítmica se convierta en permanente.
Más noticias
Palestina
Palestina Euskal Herria conmemora la Nakba en pleno genocidio en Gaza
Más de 5.000 personas han participado en las protestas en solidaridad con Palestina y por el boicot a Israel en Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz e Iruñea, convocadas por el movimiento BDS
Memoria histórica
Movilizaciones memorialistas Primera marcha al campo de concentración de Casas de Don Pedro (Badajoz)
La iniciativa “Al Alba de la Memoria” pretende recoger el impulso memorialista en la comarca, a la vez que reivindica el 15 de mayo como fecha histórica de la represión y del reconocimiento popular a sus víctimas.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas de Madrid escenifican la tragedia de la sanidad pública en una acción sorpresa en el Metro
El próximo domingo 19 de mayo a las 12:00 horas cuatro columnas desde Nuevos Ministerio, Plaza España, Hospital de La Princesa y Atocha partirán hacia Cibeles en la que se espera otra masiva marcha en defensa de la sanidad pública.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.

Recomendadas

Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Palestina
Palestina Françoise Vergès: “La liberación de Palestina sería una verdadera sacudida para el mundo”
La politóloga antirracista Françoise Vergès radiografía el momento de quiebre en el que se encuentra el relato del excepcionalismo occidental que abandera Israel, y analiza los movimientos que le plantan cara desde las acampadas o el Sur global.
Agroecología
Día de la Persona Agricultora Milikua: “Las tareas del campo cobran valor cuando las hacen los hombres"
La autora del libro 'Sobre la tierra, bajo la sombra' (Consonni, 2023) reflexiona en el Día de la Persona Agricultora sobre el papel que ha tenido y tiene la mujer en el campo, su representación en los espacios de poder o sobre el Estatuto Vasco de las Mujeres Agricultoras