Libertades
El ‘Nunca Más’ del colectivo trans en Argentina

En abril cinco mujeres trans declararon en un juicio de lesa humanidad en Argentina. Estas voces se sumaron a la de Valeria del Mar Ramírez, la primera persona trans en dar testimonio sobre su experiencia en la última dictadura.
El Archivo de la Memoria Trans rescató del olvido centenares de historias de mujeres trans en las últimas décadas de historia argentina.
El Archivo de la Memoria Trans rescató del olvido centenares de historias de mujeres trans en las últimas décadas de historia argentina. / Foto: Archivo de la Memoria Trans

@cevaldiez

12 may 2023 06:00

El martes 18 de abril de 2023 fue una jornada muy particular en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de la ciudad de La Plata. Ese día prestaron testimonio Marcela Viegas, Fabiana Gutiérrez, Paola Alagastino, Analía Velázquez y Julieta González. Sus casos y los de otras dos mujeres trans, fueron incorporados a la causa ‘Brigadas’. Casi todas fueron detenidas en situación de prostitución y sufrieron vejaciones, violaciones y torturas. “Esta es la primera vez que son escuchadas por el Poder Judicial en su carácter de víctimas de la dictadura, y no como acusadas, sospechadas o testigos de delitos”, sostuvo Ana Oberlin, auxiliar fiscal en el juicio.

El juicio ‘Brigadas’, se centra en los secuestros, torturas, vejaciones, partos clandestinos, robo de niños, asesinatos y desapariciones, perpetradas por alrededor de veinte genocidas en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y El Infierno, centros clandestinos del conurbano bonaerense que formaban parte de lo que se conoce como Circuito Camps, que debe su nombre al por entonces jefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires, Ramón Camps, uno de los personajes más siniestros de la dictadura.

Valeria del Mar

En diciembre de 2022, Valeria del Mar Ramírez se convirtió en la primera persona trans en declarar en un juicio de lesa humanidad. Diez años antes, en 2013, se acercó a la Justicia federal de La Plata, para contar lo que había sufrido durante la dictadura en el Pozo de Banfield y se constituyó como querellante en la causa que por entonces investigaba la represión en ese centro clandestino. En su testimonio en la audiencia número 88, Valeria dio detalles de su detención, y de cómo fueron esos 14 días que estuvo detenida a principios de 1977 en el Pozo de Banfield donde fue sometida a todo tipo de vejaciones: “Nosotras éramos bichos raros, por supuesto que un gobierno militar no iba a permitir que anduviéramos en la vía pública”.

Uno de los principales reclamos del colectivo travesti-trans es la falta de reparación. “Nosotras no tuvimos ni madres ni abuelas que reclamaran por nuestros cuerpos

Valeria contó que estuvo detenida en un calabozo de dos metros por metro y medio, con un banco de cemento y una lamparita, que la violaron durante los 14 días, que para violarla en grupo la llevaban a otro lugar y que la comida estaba condicionada a sí accedía a realizarle sexo oral a los represores. Además, señaló que nunca tuvo contacto con otros detenidos, excepto una vez cuando salía del baño, que se cruzó con una joven que acababa de parir. Preciso que la “milica” que estaba con ella la obligó a limpiar los restos de su propio parto y que el bebé estaba en brazos de un policía. También dijo que durante su cautiverio no supo nada de Romina, la compañera con la que había sido detenida, y a la que recién vio unos años después justo antes de que falleciera.

Reparación

Uno de los principales reclamos del colectivo travesti-trans es la falta de reparación. “Nosotras no tuvimos ni madres ni abuelas que reclamaran por nuestros cuerpos. Los grupos de derechos humanos todavía tienen una gran deuda con la población trans para poder cumplir una reparación histórica”, sostuvo hace algún tiempo en una entrevista para este mismo medio, Belén Correa.

Correa fue una de las primeras mujeres transexuales activistas de la Argentina que, junto a Claudia Pía Baudraco, fundó el Archivo de la Memoria Trans. Si bien Correa reconoce la inspiración que resultó para ellas el trabajo de los organismos de derechos humanos en Argentina, también sostiene que están en una primera etapa de un proceso de memoria, verdad y justicia. “Recién estamos empezando a reconstruir la memoria; la verdad la instalamos cuando empezamos a ser escuchadas, y la justicia todavía no la tenemos porque tuvimos una Argentina con una reparación hetero-cis”, añade.

Transexualidad
Argentina Archivo de la Memoria Trans: la historia contada por nosotras mismas
Esta iniciativa pionera recupera miles de historias de personas trans a través de sus archivos personales: fotos, documentos y objetos para contar una parte de Argentina hasta ahora olvidada.

Actualmente, solo quedan menos de 100 personas trans mayores de 65 años capaces de dar testimonio de la época de la dictadura, y no han tenido ningún reconocimiento del Estado como víctimas de un genocidio; el promedio de vida de las personas trans en Argentina no supera los 40 años. “Lo que queremos es que haya una reparación real porque esas personas lucharon, pusieron el cuerpo y se comieron los palos de la policía”, afirmó en ese mismo reportaje Cecilia Estalles, fotógrafa que trabajó junto a Correa para darle visibilidad al archivo.

“Ellas eran la mano esclava en los centros clandestinos, las que lavaban los autos llenos de sangre o hacían el servicio de limpieza, y de eso no se habla. También hacían servicio sexual para los presos o los gendarmes. Las compañeras están en una situación muy crítica y se mueren todo el tiempo, y es sólo por falta de voluntad política. De algunas de ellas pudimos rescatar su memoria, pero quedan muy pocas. La memoria es un privilegio hetero-cis”, dice. 

“Los grupos de derechos humanos todavía tienen una gran deuda con la población trans para poder cumplir una reparación histórica”

De esto también da cuenta Julieta González, otra de las mujeres trans que dio testimonio hace algunos días. En su relato, Julieta contó que a ella la secuestraron junto a otras dos compañeras y las terminaron llevando a Banfield, allí las metieron en unos calabozos y les advirtieron que no podían subir al primer piso de ninguna manera —donde estaban los presos políticos—. Julieta fue sometida a todo tipo de vejaciones durante los 15 días que duró su cautiverio y antes de declarar volvió a su lugar de detención.

“Nosotras siempre nos movíamos con ellos [los policías], nos sacaban de madrugada para violarnos y ahí, una vez, a través de una puerta, vi a dos milicos y una persona en cuclillas. Estaba envuelta en una tela negra y era muy flaquita. Digo que era una mujer, pero no sé porque en esa época los hombres también usaban el pelo largo. Me acuerdo que giró la cabeza hacia la puerta, y después volvió a agacharla y se quedó como estaba, mirando para la pared”. El Pozo de Banfield funcionaba como un centro de recepción y permanencia transitoria de detenidos, y fue particularmente conocido por ser un lugar en el que se practicó tortura sistemática y violencia sexual. Julieta, al igual que Valeria, relató que un día escuchó el grito de un bebe: “Primero se escuchó el grito de una chica, pero ahí dentro era normal escuchar gritos tanto de hombres como de mujeres, pero esta vez se escuchó gritar dos o tres veces a la chica y después el llanto de un bebé”.

“Ellas eran la mano esclava en los centros clandestinos, las que lavaban los autos llenos de sangre o hacían el servicio de limpieza, y de eso no se habla”

Julieta cuenta que la noche anterior al testimonio del juicio soñó con Judith, que hacía la visita años después al Pozo con ella y que, juntas, empujaban la memoria de esos días. “Me acuerdo que le dije: ‘Te acordás, Judith, que estuvimos acá y que vos tenías 24 años?’. Ella me miraba y se sonreía; debe ser que me está alentando”. Judith, Lita y el ‘Negro’ Claudia Gómez, estuvieron detenidas con Julieta en el Pozo de Banfield, pero ya murieron: “Pobre Negro, estoy segura que hubiera atestiguado. El Estado tiene que reparar ya a todas las mayores de 60 años, muchas de las chicas mueren en la indigencia”. Julieta tiene casi 65 años y aunque es de las que creen que este reconocimiento llega tarde, también es de las que opinan que al menos llegó. “En el juicio yo sentí que representaba a todo ese grupo que estuvo detenido conmigo, recién ahí supe que había otras chicas que habían estado ahí también. Yo me siento, sobre todo, una víctima del sistema, pero la dictadura fue la peor etapa.” 

Investigación

En abril de 2022, y por primera vez, en el marco del juicio ‘Brigadas’ y por decisión del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, se dictaron procesamientos por crímenes de lesa humanidad relacionados con secuestros, torturas y abusos contra el colectivo travesti-trans durante la dictadura. Una decena de civiles, militares y policías retirados, fueron procesados por violaciones a los derechos humanos. Hasta el momento, la causa que investiga los hechos del Pozo de Banfield contaba con un solo caso de la comunidad travesti-trans, el de Valeria del Mar Ramírez, el primero que llegó a juicio y cuenta con procesamientos. “Lo que sucede aquí sienta precedente no solo en el país sino en la región, ya que se toma un grupo de casos y se considera que el colectivo travesti y trans fue objetivo de la violencia sistemática del terrorismo de Estado”, señaló la fiscal Ana Oberlin al diario Página 12

Oberlin encabezó un trabajo de búsqueda a través del cual se logró dar con siete de las víctimas que hoy se incluyen en esta causa. A partir de sus relatos, el Juzgado Federal de Kreplak pudo reconstruir las historias de sus detenciones en el centro clandestino de Banfield. En el Pozo de Banfield “se cometieron diversos crímenes que tuvieron por víctimas a personas en razón de su orientación sexual e identidad de género autopercibida al tiempo de los hechos, evidenciando una situación de palmaria discriminación que, hasta la fecha, no ha sido puesta debidamente de manifiesto en el marco de las investigaciones por los crímenes de lesa humanidad cometidos antes y durante la última dictadura cívico-militar”, detalló Kreplak en uno de los autos de procesamiento que emitió en las causas que investigan los crímenes del juicio ‘Brigadas’. “Tales crímenes no resultan aislados sino que se enmarcan en un contexto de discriminación histórica y estructural, ahondada por las acciones desplegadas durante el terrorismo de Estado”, puntualizó Kreplak en el documento en el que consideró responsables de esos hechos a nueve de los 14 represores procesados por los hechos del Pozo de Banfield. El magistrado consideró que “el constante hostigamiento y criminalización sufrido estructural e históricamente por las disidencias sexo-genéricas (...) alcanzó niveles de intensidad y sistematicidad mayores en la época” de la dictadura.

Otra de las consecuencias más inmediatas del juicio fue el arresto y la prisión preventiva (domiciliaria) de Luis Horacio Castillo, jubilado de la Policía bonaerense que hasta el 30 de marzo pasado vivía libre y en total impunidad. Castillo fue hallado responsable de secuestros, torturas, abuso sexual y apropiación de niños, todos delitos que tuvieron lugar en los centros clandestinos que funcionaron en las ex brigadas de Investigaciones de Banfield y Lanús.

Clase y género

Bajo la consigna 30.400 —que pone en cuestión el emblemático número 30.000—, los colectivos LGTB+, vienen reclamando una revisión del proceso de memoria, verdad y justicia, que reconozca como víctimas a las disidencias. Como advierte Matías Máximo en su libro El Nunca Más de las Locas: “Si bien el circuito contravencional y el de las desapariciones no se cruzaba todo el tiempo, los archivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) son un documento que prueba persecución específica por motivos sexo genéricos. En las fichas de la DIPPBA se marcaba si las personas eran “homosexuales”, “invertidos”, de “comportamientos amanerados”, “afeminados”, “lesbianas” o “marimachos”, entre otras clasificaciones. Los archivos de la DIPPBA no se limitan a la dictadura —de hecho, muestran que la persecución se inició con anterioridad y, luego, se mantuvo—, pero sientan una prueba de que entre 1976 y 1983 los motivos sexuales convivían con los argumentos políticos para encarcelar.” 

El libro de Máximo también hace eje en el ‘Nunca Más’ al señalar que en el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) —presentado en septiembre de 1984, con las denuncias y las inspecciones a los centros clandestinos—, llamativamente, no aparecen ni una sola vez las palabras travesti, homosexual, manfloro, puto, gay, lesbiana, tortillera, invertido, o cualquiera de los sinónimos que se usaban por esa época, y se pregunta: “¿Qué pasó con estas identidades y orientaciones sexuales? Es probable que muchas de las desapariciones y arrestos no tuvieran un solo motivo y por eso se hayan invisibilizado”. 

Bajo la consigna 30.400 —que pone en cuestión el emblemático número 30.000—, los colectivos LGTB+, vienen reclamando una revisión del proceso de memoria, verdad y justicia, que reconozca como víctimas a las disidencias

El proceso de memoria, verdad y justicia de Argentina está por cumplir 40 años el próximo diciembre, los mismos que la restauración de la democracia. Un proceso que, como tal, se sigue escribiendo. La visibilización y el reconocimiento de las disidencias, como lo manifestó Julieta González, llega tarde, pero llega, a pesar de todas las resistencias y los condicionantes de género, y de clase. Así como la de género es una categoría que determina el acceso a ciertos recursos y no otros, el proceso de memoria, verdad y justicia argentino, también ha dado cuenta de que la reparación de la justicia no ha llegado en igual medida a todos los sectores sociales. Algunas víctimas tuvieron un acceso más rápido a la información y los distintos mecanismos jurídicos de reparación que se pusieron a disposición de la población, sin ir más lejos, para hacer denuncias o cobrar indemnizaciones, y otras, como en el caso de los colectivos LGTB+ y las disidencias, han debido esperar más tiempo, a veces demasiado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Frontex
El Salto Radio A la mierda Frontex
Visibilizamos la campaña de apoyo a la activista canaria Koldobi Velasco. En 2021 la Caravana Abriendo Fronteras realizó una acción directa no violenta a las puertas de Frontex en Gran Canaria.
Libertades
Libertades La sentencia contra Dani Gallardo ubica los altercados en una zona distinta al registro gráfico
Testimonios y vídeos publicados en redes sociales la noche en que Gallardo fue detenido desmontan la versión reflejada en la resolución condenatoria.
Salud mental
Violencia psiquiátrica La contención mecánica en la sociedad de la coerción
La contención mecánica, práctica que la ONU calificó de tortura en 2013 y que es ilegal en muchos países europeos, sigue llevándose a cabo en numerosos centros psiquiátricos en España.
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.

Últimas

Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Más noticias
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sanidad pública
Privatización sanitaria Una nueva ley para “limitar” la participación de las empresas en la sanidad pública
El Ministerio de Sanidad lanza a consulta un proyecto de ley de gestión del sistema nacional de salud que pretende poner coto a las privatizaciones aunque sin eliminar esta posibilidad de manera explícita.

Recomendadas

Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.