Europa del Este
Pridnestrovie, decenas de estatuas de Lenin pero un solo Sheriff

Tras 31 años aspirando a ser sujeto de derecho internacional, la república Transnistria, que hoy cuenta con cerca de 500.000 habitantes, serpentea entre la rusofilia, el desencanto y las dificultades derivadas de su situación.
Transnistria El Salto 54 3
Cartelería electoral del partido Rusia Unida. Emma Zafón
22 oct 2021 06:00

Entre el partido que se saldaría con el pase del Sheriff de Tiraspol a la fase de grupos de la Champions por primera vez en la historia y el desfile militar que conmemoraba el 31º aniversario de la proclamación de la independencia de Transnistria distaron tan solo ocho días en los que buena parte de la población europea se preguntó quién es esta gente y cómo ha llegado hasta aquí. La respuesta rápida vendría a ser que esta gente, de futbolistas a militares pasando por los ciudadanos de a pie, son los residentes de la república no reconocida de Transnistria, un territorio situado en la franja oriental de Moldavia que permanece en el limbo desde el 2 de septiembre de 1990, habiendo sido reconocido únicamente por los otros tres países de la antigua URSS que a su vez tampoco son reconocidos: Abjasia, Osetia del Sur y Nagorno-Karabaj.

Ahora bien, cuando se intenta superar el folclore postsoviético de tanques T-34 y parques de atracciones abandonados, la realidad nos muestra que, por no saber, no sabemos ni el nombre verídico del país. Porque Transnistria no es en realidad Transnistria, un topónimo que la población considera despectivo e impreciso, sino la República Moldava de Pridnestrovie (PMR en sus siglas en ruso). Situada en la franja que discurre entre Moldavia y Ucrania, las seis demarcaciones (o distritos) se integraron en el Imperio Ruso a finales del siglo XVIII y fueron anexionadas a la URSS a raíz de la Segunda Guerra Mundial. La industria boyante y el buen clima propiciaron entonces la llegada de más población procedente de Rusia, consolidando la brecha identitaria y lingüística con Moldavia, cuya población habla rumano y se siente más próxima a Europa.

Tras la negativa a integrarse en territorio moldavo vendría un conflicto bélico que finalizó en 1994 y que contó con la intervención del Kremlin a favor de Pridnestrovie

Ante la caída soviética, en Pridnestrovie se sucedieron protestas y huelgas para rechazar lo que, según califica la agencia estatal de noticias, iba a suponer una “imposición lingüística y cultural” si el territorio era absorbido por Moldavia. Y après el golpe sobre la mesa, el déluge. O, lo que es lo mismo, tras la negativa a integrarse en territorio moldavo vendría un conflicto bélico que finalizó en 1994 y que contó con la intervención del Kremlin a favor de Pridnestrovie. Aquí cabe aclarar que la independencia de la República de Moldavia se produjo en realidad un año más tarde que la de Pridnestrovie, concretamente el 27 de agosto de 1991, y que, por tanto, este territorio nunca se independizó del régimen moldavo, sino que se negó a aceptar su integración.

Tras 31 años aspirando a ser sujeto de derecho internacional, la república, que hoy cuenta con cerca de 500.000 habitantes, serpentea por la rusofilia, el desencanto y las dificultades derivadas de su situación. La rusofilia porque se sienten primos hermanos de Moscú y mantienen la gratitud del apoyo recibido en la guerra de los años 90.

Transnistria El Salto 54 2
Parque de atracciones en el recinto del Catherin Park. Emma Zafón

Natalia V., de 54 años y propietaria de una tienda de moda en Tiraspol, capital de Pridnestrovie, asegura que “lo mejor para el futuro del país es que podamos formar parte de Rusia”. Por su parte, el desencanto surge debido a la sensación de abandono que ha germinado especialmente entre los más jóvenes después de tantos años de incertidumbre. “Si a Rusia le importara este país ya nos habría reconocido”, se lamenta Daniel O., de 26 años y camarero en una cafetería de la capital.

Más complejo resulta abrir el capítulo respecto a las dificultades que tiene que afrontar la población a consecuencia de la anomalía histórica en la que viven. Por ir poniendo ejemplos, la falta de reconocimiento internacional provoca que su sistema educativo no pueda expedir títulos homologados con validez más allá de sus fronteras. Tampoco cuentan con un pasaporte de uso internacional, el suyo solo sirve para entrar y salir del país, y se ven obligados a disponer de un pasaporte moldavo o de uno ruso.

Sheriff, el holding fundado por dos exagentes del KGB, consiguió el pedazo más grande del pastel tras la caída de la URSS y gracias a las diferentes olas privatizadoras

Su sistema financiero es otro gran activo invisible a ojos del resto del mundo, de manera que los tres bancos en funcionamiento (eran cinco antes de la crisis del rublo de 2008) no pueden expedir tarjetas Visa ni enviar o recibir transferencias al extranjero, entre otras limitaciones. Pueden, eso sí, expedir unas tarjetas propias que solo funcionan en sus cajeros o realizar una solicitud a través de un banco ruso para conseguir un mecanismo de pago con validez internacional.

Todo este entramado se erige bajo la supervisión y el control del Banco de la República de Pridnestrovie, una especie de reserva federal que fue creada en 1992 en el momento en que el gobierno de Moldavia “intentaba oprimir a la República con un bloqueo económico y político”, según reza la propia web de la entidad. Es también este banco público el encargado de regular el rublo local, una moneda que se acuña desde el 22 de agosto de 1994 y que solo puede cambiarse y utilizarse dentro de las fronteras del país.

Comunismo, pero no mucho

Es posible que Pridnestrovie sea el país del mundo con más estatuas de Lenin por metro cuadrado. Sin embargo, el hechizo para los nostálgicos de la URSS se desvanece antes siquiera de bajar del autobús que une Chisinau, la capital de Moldavia, con Tiraspol. A izquierda y derecha de una carretera descuidada a imagen y semejanza de las nulas relaciones entre ambos países solo se vislumbra una única marca comercial que engloba casi todo tipo de productos a través de diferentes declinaciones estéticas: Sheriff.

Este holding fundado por dos exagentes del KGB consiguió el pedazo más grande del pastel tras la caída de la URSS y gracias a las diferentes olas privatizadoras que se han sucedido desde entonces. La última, por ejemplo, finalizó hace aproximadamente una década y supuso la venta de 155 empresas estatales por valor de 185 millones de euros, según datos publicados por el politólogo Lyndon Allin, antiguo miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. La joya de la corona que Sheriff pudo adquirir entonces fue Kvint, la destilería estatal cuyos coñacs gozan de buena fama en Europa del Este.

En una estrategia aglutinadora que haría sonrojar al mismísimo Silvio Berlusconi, el holding controla actualmente el equipo de fútbol antes mencionado, el F.C. Sheriff Tiraspol, la distribución y venta de gasolina, la televisión por cable y el servicio de internet, producción textil y alimentaria, la venta de coches Mercedes, el banco Agroprombank y un largo etcétera. “La gente no suele decirlo abiertamente, pero Sheriff es una mafia como cualquier otra”, afirma Abdel Mahmoud, un sueco de ascendencia egipcia que reside en Pridnestrovie desde hace tres años.

La concentración en manos privadas de los bienes y sectores estratégicos no es el único indicador del triunfo de la economía de mercado. También lo es el adelgazamiento de las estructuras del Estado y las consiguientes dificultades para obtener ingresos más allá de los impuestos

La concentración en manos privadas de los bienes y sectores estratégicos no es el único indicador del triunfo de la economía de mercado. También lo es el adelgazamiento de las estructuras del Estado y las consiguientes dificultades para obtener ingresos más allá de los impuestos. Es aquí donde reaparece Rusia en forma de padre, de hijo y hasta de espíritu santo. De padre porque inyecta varias decenas de millones de euros en concepto de ayuda humanitaria a los presupuestos estatales de cada año. De hijo en tanto que proporciona un suplemento de unos 10 euros mensuales a los cerca de 140.000 pensionistas del país. Y de espíritu santo porque a través del contrato de suministro de Gazprom con Moldavia, Pridnestrovie lleva sin pagar el gas natural desde el año 2006, tal como ha recogido en diferentes ocasiones el periodista moldavo Madalin Necsutu.

De la deuda de cerca de seis billones de euros que en 2018 acumulaba Moldavia con el gigante energético, alrededor de 4,9 billones correspondían al consumo efectuado por Pridnestrovie. El presidente que ostentó el cargo en el mandato entre 2011 y 2016, Evgeny Shevchuk, reconoció que si el territorio tuviese que autoabastecerse a nivel financiero, “habría que reducir las pensiones en un 40% y duplicar el precio de la energía”.

El idilio que Pridnestrovie mantiene con Rusia alcanza casi todos los ámbitos de la vida cotidiana. Desde la proliferación de propaganda electoral del partido Rusia Unida en las principales calles de los núcleos urbanos hasta una gran disponibilidad de la vacuna Sputnik V contra la covid-19 en estos últimos meses. Por no mencionar que también comparten enemigos, y eso une mucho. Especialmente, Ucrania.

Justo el pasado 1 de octubre el Ministerio del Interior ucraniano anunciaba el cierre de la frontera para automóviles con matrícula de Pridnestrovie, una medida que ha caído como un jarro de agua fría entre la población si tenemos en cuenta que la costa del Mar Negro en la zona de Odessa es la salida al mar más cercana y barata con la que cuenta este pequeño país. Situaciones así refuerzan el componente identitario de la población y provocan que residentes como N. Covrig, una administrativa de 34 años, lamente “la presión que los países vecinos ejercen constantemente contra nosotros”.

Transnistria El Salto 54 1
Estación de servicio Sheriff, empresa plenipotenciaria que controla todos los sectores estratégicos del país. Emma Zafón

Y, pese a toda la tensión enquistada en tan pequeña porción de territorio, lo cierto es que Pridnestrovie empieza a desprenderse del hermetismo con el que se tradicionalmente se había presentado al mundo para abrazar ahora dinámicas más amables con el exterior. Prueba de ello es la ampliación del visado para extranjeros, que se ha alargado hasta los 45 días desde mayo de este mismo año. Antes del estallido de la pandemia, los visitantes solo podían permanecer en el país un máximo de 72 horas, de acuerdo con el impreso en papel que expedían los soldados rusos en el control de la frontera.

Previo a esta medida, y de la misma manera que sucedió en prácticamente toda Europa, el gobierno mantuvo desde marzo de 2020 el país cerrado a cal y canto para reducir los riesgos de contagio, permitiendo únicamente traslados a Chisinau por motivos de fuerza mayor. Ahora, en cambio, la mayor permisividad de movimiento y estancia ha favorecido la activación de nuevos establecimientos hoteleros y ha dado alas a la esperanza de que el turismo aterrice, aprenda de su realidad y, lo que es más importante, deje buena cantidad de divisas exteriores en las casas de cambio. Toda una tentativa aperturista que no tardará en reportar beneficios a aquellos empresarios que, entre otros emprendimientos, también se atrevieron a invertir en el hotel que actualmente se considera como el más lujoso de Tiraspol. ¿Adivinan cuáles? Exacto, los propietarios de Sheriff.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Multinacionales
Derechos humanos El gigante de la fruta Chiquita Brands es condenado por haber contratado a paramilitares colombianos
La multinacional, heredera de la siniestra United Fruit Company, es condenada a pagar 38 millones de dólares por haber financiado al comando paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Genocidio
Ejército israelí “Tengo miedo de lo que le puedan mandar hacer en Gaza”
La división israelí entre quienes quieren un alto el fuego y quienes optan por la continuación de la guerra “hasta la victoria final” está también presente entre las madres de los soldados israelíes.
Opinión
Opinión Una hipocresía sin límites
¿Cómo se logra instalar el discurso del genocida? ¿Cómo se puede creer en la falacia de que el colonizador se defiende del colonizado?
Catalunya
Catalunya La Ley de Amnistía echa a andar: más de 55 requerimientos presentados y hasta diez días para responderlos
Las partes —fiscalías, acusaciones y defensas— deberán dar respuesta a la norma, valorando si el caso se ubica dentro o fuera. El primer meollo se ubica en los ministerios públicos, por lo que el fiscal general del Estado ha solicitado neutralidad.
Inteligencia artificial
Inteligencia Artificial y cine ¿Sueñan los cineastas con ovejas eléctricas?
El debate sobre la adopción de la Inteligencia Artificial por las principales disciplinas artísticas sigue candente. La irrupción de Sora vuelve a poner el foco sobre los beneficios y riesgos que conlleva su uso en la generación de imágenes.
Fronteras
Informe Caminando Fronteras Cinco mil vidas perdidas intentando llegar a España: récord de letalidad en las fronteras
Los acuerdos bilaterales centrados en el control migratorio sin dedicar esfuerzos a protocolos de búsqueda y salvamento explicarían el incremento de las muertes en estos primeros cinco meses de 2024, según Caminando Fronteras.
Costas
Costas Las Banderas Negras 2024 ponen el foco en la urbanización del litoral y la sobreexplotación turística
Las federaciones de Ecologistas en Acción otorgan cada año 48 “premios” por mala gestión ambiental y contaminación, galardones que este año se han centrado en los excesos del modelo turístico al calor de la movilizaciones en Baleares y Canarias.
Análisis
Análisis La ultraderecha quiere retirar la nacionalidad a españoles de origen extranjero y prohibir regularizar
Del PSOE y el PP depende votar en contra de la enmienda de VOX y acelerar el trámite parlamentario para que se debata y apruebe la ILP Regularización Ya dentro del plazo parlamentario.
Opinión
Tribuna El odio pasará y caerán los dictadores
Observando desde Chaplin y su Gran dictador el avance en Europa de los viejos monstruos que nunca se fueron.
Genocidio
Ejército israelí “Tengo miedo de lo que le puedan mandar hacer en Gaza”
La división israelí entre quienes quieren un alto el fuego y quienes optan por la continuación de la guerra “hasta la victoria final” está también presente entre las madres de los soldados israelíes.

Últimas

Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Las cuentas de El Salto 2023-2024: cada vez más, un gran medio financiado por la gente
El Salto supera el millón de euros anuales de ingresos y aumenta su plantilla hasta llegar a las 28 personas empleadas. Todo eso con criterios éticos de financiación, funcionamiento horizontal y una cooperativa de propiedad colectiva.
Partidos políticos
Partidos políticos Díaz se postula para seguir haciendo “política de la buena” y no se borra de candidata a las generales
La vicepresidenta tercera del Gobierno asegura que “no se va” del espacio político de Sumar. Izquierda Unida llama a un frente amplio y su coordinador cree que hay que superar el personalismo de Díaz para abrir una nueva etapa.
Opinión
Opinión Una hipocresía sin límites
¿Cómo se logra instalar el discurso del genocida? ¿Cómo se puede creer en la falacia de que el colonizador se defiende del colonizado?
El Salto Twitch
El Salto TV La Catana 2x07: Vacaciones y turistificación con Califato 3/4
Volvemos a mezclar música con comunicación, esta vez con olor a verano. El día del lanzamiento de “No Me Daba Cuenta”, Califato 3/4 atiende a La Catana para hablar sobre el impacto del turismo en su tierra, Andalucía.
Opinión
Tribuna El odio pasará y caerán los dictadores
Observando desde Chaplin y su Gran dictador el avance en Europa de los viejos monstruos que nunca se fueron.
Análisis
Análisis Miremos más allá de las elecciones europeas y retomemos el ¡No a la guerra!
En las elecciones europeas nos jugábamos mucho porque marcarían nuestro devenir y aporte como europeos a cómo hacer frente y movernos frente al agotamiento del modelo surgido tras el colapso de la Unión Soviética.
Multinacionales
Derechos humanos El gigante de la fruta Chiquita Brands es condenado por haber contratado a paramilitares colombianos
La multinacional, heredera de la siniestra United Fruit Company, es condenada a pagar 38 millones de dólares por haber financiado al comando paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Recomendadas

Francia
Francia El último bandazo del temerario Macron reactiva la unidad de la izquierda
Tras el batacazo en las europeas, el presidente francés abre las puertas a un Gobierno ultra convocando elecciones legislativas anticipadas. Un escenario que empuja a los partidos de izquierdas a reanudar su coalición unitaria.
Cómic
Ángel de la Calle “La obra más importante de arte contemporáneo del siglo XX son las Madres de Plaza de Mayo”
La novela gráfica ‘Pinturas de guerra’, firmada por Ángel de la Calle, recrea las experiencias artísticas y armadas que, desde el exilio, sobrevivieron al horror de las dictaduras militares latinoamericanas. Esta primavera ha vuelto a las librerías.
Palestina
Palestina Palestina más allá del reconocimiento
El anuncio sobre el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España constituye un paso considerable, pero no está acompañado de la adopción de otras medidas necesarias para su consolidación efectiva.
Genocidio
Reino Unido Un barrio acampado contra el genocidio
Las vecinas del municipio londinense de Hackney plantaron las primeras tiendas hace algo más de un mes. Perseverando fuera de los campus, echan su pulso particular para que las autoridades municipales rompan con Israel.