Coronavirus
La juventud terrorista y la mano dura boomer

Iñigo Urkullu ha decidido ponerse manos a la obra con una receta infalible. Coartada: pandemia. Objetivo: mano dura y más mano dura.

“Solicito a Sánchez que reconsidere el uso obligatorio de la mascarilla”. Son palabras de Iñigo Urkullu, más conocido como ‘El robot Alonsotegi’. Desde la madrugada del sábado 17 al domingo 18 de julio, de 00.00 a 06.00 horas el espacio público vuelve a estar tomado por patrullas a pie, silencios cómplices y risotadas desde los balcones que suenan a mano dura. Un toque de queda a la chita callando, vaya, que nos escucha el Constitucional. De madrugada, solo convivientes. Antes de esta decisión había prohibido el botellón, por si no estuviera lo suficientemente prohibido desde hace décadas. El caso es prohibir, incluso lo prohibido. O apuntar con el dedo.

Los jóvenes vuelven a estar en el corchopán de la puerta de los despachos de Lakua, listos para recibir dardos y pagar el plato; plato que se zampan las principales cabeceras de la comunicación. La mascarilla será metonímica, avanzadilla contra el Gobierno español. Y la población, boomerizada hasta la médula, se traga el discurso con el que todo esto empezó (y quizá nunca tuvo sentido, según ciertos magistrados): todos los días son lunes en esta guerra que aún no ha terminado.

Ok boomer. No habrás nacido entre 1946 y 1964, ni siquiera entre 1957 y 1977, pero la boomerización social te hace ser uno más. A ti, sí, a ti, que no eres capaz de discernir entre juventud y señores que peinan canas, visten camisas hawaianas y beben cubatas en vaso de tubo. A ti, que te ofendes si te llaman cuarentón porque todavía te arrancas cuando suena Raphael y claro, eres joven, de los jóvenes buenos, de los que asienten, de los acríticos, de los responsables. Aunque tampoco diferencias la responsabilidad y el deber, ni la orden de la recomendación, ni la ciencia del credo. Te ríes con aquel chiste que amontona comentarios en Facebook. Te ríes de esto y de lo otro. Y de aquello también. Un momento después dices que ya no puedes reírte de nada. Insultas a la homogénea juventud irresponsable. Te ríes de nuevo. Te molesta que ellos se rían de ti. Te ofende que se ofendan. Ok boomer. ¿Te pilló de lleno el pico de fama de Arévalo o le pilló a tu tío, que te cedió su colección de casetes?

Insultas a la homogénea juventud irresponsable. Te ríes de nuevo. Te molesta que ellos se rían de ti. Te ofende que se ofendan. Ok boomer.

Tú, sí, tú, que volviste a gatas a casa cada sábado, ahora te atreves a pintar de grupo terrorista a unos cuantos jóvenes bebiendo unas latas de cerveza en un parque, cuanto menos, de criminales de bachillerato, de exniñatos presentes en la boda de la hija de Aznar, de sicarios de la salud pública. Latas, por supuesto, de 0,30 euros la unidad.

Tú, sí, tú, con la mascarilla bajo la nariz, respirándome en la frente cuando vamos enlatados en el metro —huelo ese Chesterfield que no has podido dejar de fumar en la terraza del bar de siempre— y comentas con tu compadre, aplaudiendo con las orejas, que los drones desplegados en el cielo van a impedir a esa panda de críos dejar de sorberse los mocos en las plazas. Drones que se quedarán más allá de la pandemia. Drones fácilmente derribables, dicho sea de paso. A veces te sorprendes sonriendo a la pantalla cuando un porrazo va a parar al lomo de cierto manifestante en cualquiera de las causas por las que puede uno manifestarse. No debió salir a la calle, la incidencia está disparada. Mejor en casa. Te excita la versión edulcorada de Margaret Thatcher, de Hacendado si quieres, a la ibérica quizá, que gobierna, supongamos, la Comunidad de Madrid. Ok boomer.

¿Hará acopio Arkaute de avioncitos teledirigidos y se pondrá Urkullu, una vez más, en la senda y a la sombra, de Isabel Díaz Ayuso? Coartada: pandemia. Objetivo: mano dura y más mano dura. 

Por mi culpa, por mi culpa

Tenemos la culpa. A pesar de que hayamos arrasado las peticiones de cita de vacunación. Somos la nueva excusa, o mejor: la nueva ETA. Puch in ball transversal. Brocha gorda que nos arrastra. El 38% de nosotros está en el paro. El resto, amontonando contratos en negro, nóminas temporales o convirtiéndose en becarios perpetuos. Otros, exiliados. Heredamos más que nunca la inestabilidad económica de nuestros padres y de nuestras madres, que están, a su vez, en situaciones más inestables. No hemos vivido una guerra, ni la queremos vivir. No hemos vivido una transición ni nos la hemos creído. Somos unos flojos. Ok boomer.

Para dar con nuestra última resaca algunos debemos hacer trabajo de hemeroteca. Hablamos de ello, del pasado, entramos en nuestros archivos de Instagram, nos vemos igual de jodidos, pero sin vuestro esputo de padre de familia encima. Nos pasamos el día mirando una pantalla, sí, pensando en pasárnosla. Creemos en el pasado, pero nos negamos a engrandecerlo como haríais vosotros, boomers.

Aplaudes con las orejas que los drones desplegados en el cielo van a impedir a esa panda de críos dejar de sorberse los mocos en las plazas. Drones que se quedarán tras la pandemia, fácilmente derribables, dicho sea de paso.

Verano. 00.30 horas. Callaos ya, voy a llamar a la policía, hay gente que quiere dormir, madrugamos mucho para levantar el país. Bostezo doble. Lanzamiento de botellas contra la Ertzaintza. Que saquen las porras. Solo por las malas aprenden estos terroristas. Grábalo, grábalo. Las caras, Juan, graba las caras. 

Recordemos que fue Iñigo Urkullu, que ahora pide de rodillas la marcha atrás, quien solicitó un confinamiento a la carta en el momento en el que más población perdía la vida. A la carta significó eso de no paralizar la actividad no esencial ni durante los primeros 15 días de confinamiento domiciliario. “La economía tiene que seguir teniendo productividad porque si se cierra la persiana levantarla desde cero cuesta mucho”, encadenó en una frase gris escrita mediante un procesador de textos, enviada a Pedro Sánchez, en marzo de 2020.

No sabemos quién aconseja a ‘El robot de Alonsotegi’, si aquel que se fue a jugar al golf saltándose el confinamiento perimetral que se impuso el pasado año o aquel gerente de hospital que, como todo gerente, no había pisado una sola consulta en todo el periodo pandémico, pero decidió pincharse la vacuna antes que nadie. Lo que sí sabemos, con certeza, es que Urkullu nació en 1961. Pues ok, boomer.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Vacunas
Covid-19 Afectadas y afectados por la vacuna de Astrazeneca piden que se reconozca el origen laboral de sus patologías
Trabajadoras y trabajadores esenciales que se vacunaron con un fármaco contra el covid-19 que luego fue retirado por sus efectos adversos sufren patologías incapacitantes tres años después y quieren que se reconozcan sus contingencias laborales.
Vacunas
Pandemia y equidad Las farmacéuticas ganan 90.000 millones de dólares al año con las vacunas covid financiadas con dinero público
Un informe del centro de investigación SOMO demuestra que Pfizer, BioNTech, Moderna y Sinovac inflaron precios, mientras recibían dinero público para la investigación y para la compra anticipada por los países ricos. Del otro lado, solo un 23% de los habitantes de países con ingresos bajos tiene las dosis completas.
Vacunas
Calendario de vacunación Por qué algunos bebés están recibiendo la vacuna contra el meningococo B gratis y otros no
Comunidades como Madrid y Extremadura dejan a algunos niños y niñas en edad de vacunación fuera de las dosis gratuitas contra la meningitis B, mientras otras como Aragón, Baleares, Cantabria, La Rioja, Ceuta y Melilla ni siquiera han actualizado el calendario.
imaginateca
20/7/2021 12:42

OK, millenial (las comas son importantes, y te las has dejado por el camino unas cuantas veces), aprende algo y haz algo para cambiarlo: https://www.youtube.com/watch?v=tGi6yv9cYbw

0
0
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza La comunidad palestina demandará al Gobierno español por incumplir la Ley de Comercio de Armas
El Gobierno sigue sin romper las relaciones militares con Israel y sigue permitiendo el tránsito de armas por territorio español, denuncia la comunidad palestina de Catalunya, que llevará al Ejecutivo central a los tribunales.
Ocupación israelí
GENOCIDIO EN GAZA La UPV/EHU recibirá 4,2 millones por colaborar en nueve proyectos europeos con Israel
Hasta tres universidades, así como cuatro entidades gubernamentales de Israel, acompañan a la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en iniciativas de la Unión Europea donde participan además empresas que contribuyen al genocidio.
Palestina
Palestina Mustafa Barghouti: “Tiene que haber un embargo militar inmediato contra Israel”
El líder de Iniciativa Nacional Palestina saluda el reconocimiento del Estado por parte de tres países europeos pero exige que los gobiernos tomen nota de las demandas de los pueblos que piden medidas de boicot para aislar al régimen de Netanyahu.
Urbanismo
medio ambiente El mar no espera: retrato de la regresión del litoral alicantino
La línea de costa mengua año tras año a causa de temporales marítimos y los estragos que generan diques, puertos, y espigones en las corrientes, que modifican la superficie arenosa.
Estados Unidos
Estados Unidos Trump es declarado culpable de 34 delitos, pero la condena no le impedirá presentarse en noviembre
El expresidente republicano hizo pagos a dos mujeres para encubrir sus relaciones sexuales y falsificó esos pagos en los documentos de su campaña presidencial de 2016. La sentencia será leída en julio.
Energías renovables
Energía y territorio Avalancha de macroparques solares en suelo rústico en Mallorca
La plataforma Renovables sí, però així no reclama una moratoria para frenar los más de 70 proyectos en tramitación que amenazan el campo isleño.
Especulación inmobiliaria
Gentrificación ¿Por qué se levanta Lavapiés?: “Esta manifestación es solo el principio”
El tejido social del barrio convoca la gran manifestación del 1 de junio para visibilizar la recuperación de la movilización vecinal y denunciar la turistificación, la destrucción de los servicios públicos o el racismo institucional

Últimas

Educación infantil
Educación en Madrid Cierra una escuela infantil pública de Arganda por falta de personal
El centro, gestionado por la empresa Atreyu Blota Carto, cuenta con más del 45% del personal de baja y sin reposición de puestos. 170 familias llevan sin clase desde el jueves.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza El sonido de las bombas en Gaza irrumpe en las calles de Logroño
Una quincena de activistas acampados en la Universidad de La Rioja ha trasladado el sonido de las bombas que día a día resuenan en Gaza a las calles de Logroño
Violencia machista
Precariedad laboral Huelga de 24 horas en el servicio de atención a las víctimas de violencia machista en Madrid
Las trabajadoras denuncian que el problema, que ya provocó paros parciales y concentraciones, se enquista. Las trabajadoras de la red denuncian falta de personal, de medios y de alojamientos para atender a las mujeres y sus hijos e hijas.
Sanidad
Sanidad pública de gestión privada El Hospital del Vinalopó seguirá privatizado pese a las 15.000 firmas en contra
Este viernes 31 de mayo finaliza el plazo para que se inicien los trámites de reversión al sistema público que el gobierno de Mazón no activará pese a la ausencia de informes que avalen la prórroga de la concesión.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina “Hay que seguir dando pasos para hacerle sentir a Israel como nos sentimos nosotros: solos y abandonados”
Muawia y Juan, palestino e israelí, han encontrado en la acampada por Palestina de la Universidad de Jaén, un espacio de encuentro que difícilmente podrían tener en su tierra. Un lugar seguro para resistir conjuntamente los envites de la ocupación y
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza Una acción de desobediencia civil en Sol pide la ruptura del Gobierno y las universidades con Israel
Estudiantes de la Acampada de Madrid por Palestina despliegan una pancarta gigante para exigir el fin de la colaboración con el gobierno y los centros universitarios israelíes.
Tratado de la Carta de la Energía
TCE Victoria de los activistas climáticos: la UE Sale del Tratado de la Carta de la Energía
VV.AA.
La salida del TCE se erige como un faro de esperanza y un testimonio del poder de nuestro activismo colectivo para moldear un mañana mejor.

Recomendadas

Literatura
Literatura Las escritoras de ‘clima ficción’ que llegan de América Latina
Autoras como Andrea Chapela, Clauda Aboaf, Adriana Bruno, Laura Ortiz o Silvia Moreno-García amplían los límites de la ciencia ficción o la fantasía en clave ecologista, decolonial y de memoria.
Política
Política El congreso aprueba la ley de Amnistía
Los 177 votos afirmativos dan luz verde a una de las leyes claves de la legislatura con la misma mayoría del bloque de la investidura.
Derecho a la vivienda
Abuso Policial Los 18 de la Macarena: cómo la violencia policial acabó con un proyecto para personas sin hogar
18 personas fueron detenidas y enviadas a prisión provisional en Sevilla en 2018 por la ocupación de viviendas para personas en situación de calle tras un desalojo mediado por la violencia policial. En julio se celebra el juicio contra los imputados.
Ocupación israelí
Ilán Pappé “Netanyahu y la extrema derecha israelí buscan una limpieza étnica en Gaza”
Este historiador israelí pone en duda que las presiones internacionales consigan frenar el genocidio aunque reconoce en conversación con El Salto que se está produciendo un cambio en la opinión pública mundial.