Extremadura
Extremadura amarga, entre Los Santos Inocentes y Bienvenido Mr. Marshall

Al hilo del nunca llegado macroproyecto de azucarera en Mérida, un repaso a la política de mercadotecnia, gestos, grandes planes extractivistas e inversiones de capital depredador en el suroeste peninsular. 

Bienvenido Mr. Marshall
Fotograma de Bienvenido Mr. Marshall, de Luis García Berlanga
25 nov 2020 09:55

Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar; porque yo, como alcalde vuestro que soy, os aseguro que para pagar esto ni un céntimo ha salido de las arcas públicas

No viene, parece, la polémica azucarera a Mérida. La más grande de Europa, decían, que llegaba con un pan debajo del brazo de 436 millones de euros de inversión e iba a producir 864.000 toneladas de azúcar refinada al año. La metáfora de la disolución del sueño más dulce de la administración regional y local, como un azucarillo, viene fácil, casi preparada. Anunciado final del enésimo megaproyecto fantástico con el que se pretenden iluminar las oscuridades macroeconómicas de los territorios periféricos, históricamente dependientes, azotados por los peores números en cada sucesiva crisis. 

El pleno del Ayuntamiento de Mérida votará el jueves, 26 de noviembre, dejar sin efecto su declaración de utilidad pública a la azucarera. Esa empresa que, solo por decir que venía, obtuvo a la velocidad del rayo bonificaciones de hasta el 95% en el Impuesto de Construcción, Instalación y Tasa de licencia Urbanística, Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) e Impuesto de Actividades Económicas.

Agroindustria
Macroproyectos La azucarera de Mérida se disuelve

A pesar de los polémicos beneficios fiscales y ventajas urbanísticas concedidas por la Administración local y regional, otro de los proyectos estrella de inversión multinacional en Extremadura parece desvanecerse. Una operación controvertida desde sus inicios anuncia su fin.

Y es que, en este suroeste verde y circular, lo que de verdad importa es llamarse Iberia Sugar Company o ser del grupo inversor Al Khalej. También tendrás todo bastante fácil si representas a Sacyr y pretendes perforar toda la comarca de Alconchel, Táliga y Olivenza para abrir explotaciones de minería a cielo abierto. Podrás hasta presentarlo como hecho, antes de que se resuelvan los contenciosos con los vecinos y municipios afectados, en la feria PDAC de Toronto de marzo de 2020, el mayor evento minero internacional, publicitando un macroproyecto que integraría muchas más concesiones de las inicialmente aprobadas (salvo que éstas estuvieran tácitamente concedidas por parte de la Administración). Tampoco te irá mal si puedes juntar el montón de millones necesario (a crédito de los bancos, a su vez dueños de las grandes compañías eléctricas) y animarte a montar una planta solar fotovoltaica. Puedes fraccionar con impunidad los grandes proyectos (producir menos de 50 MW por planta es la clave, aunque luego los titulares últimos de cada una de ellas sean exactamente los mismos y todas compartan subestación) para, así, eludir la tramitación de sus autorizaciones por la Administración General del Estado y realizarla a través de la Junta de Extremadura, mucho más “permisiva” y sobre la que, se comenta desde las organizaciones ecologistas, este tipo de iniciativas tienen eso que se llama “capacidad de influencia”. Si evalúa la administración regional, y dispones de poder, todo va más fluido.

Puro marketing, mercadotecnia de régimen y de partido, cuyo fin último es perpetuarse en el poder de una comunidad en estado de postración económica, administrando recursos públicos y las consecuentes fidelidades territoriales que aseguran

En cualquier caso, si te sientes con la fuerza necesaria y te animas a violentar la normativa jurídica, puedes incluso perder el juicio, porque a lo mejor no se aplica la condena, como ha sucedido con Marina de Valdecañas. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura así lo ha decidido. Aunque, calma, estemos tranquilos con el poder judicial, que la propia presidenta del citado tribunal, en mitad de esta crisis, aboga por aumentar las penas por la ocupación ilegal de viviendas. La ocupación, ese problema acuciante aunque en Extremadura se encuentre, en cifras, por debajo incluso de los homicidios.

Suponemos que nuestro presidente, Guillermo Fernández Vara, estará a estas alturas con bajón de azúcar, sintiendo náuseas, como aquellas que decía sentir tras el apoyo de Bildu a los Presupuestos Generales del Estado presentados por ese gobierno que comanda su propio partido. Porque ahí sí, ahí merece la pena volver a agitar el espantajo patriótico (estrategia que comparte con el manchego García-Page, a la derecha de la derecha dentro del PSOE, y que aprendió de esa enorme boca siempre abierta que se llama Juan Carlos Rodríguez Ibarra).

Con el capital extranjero, en cambio, todo son alfombras, recepciones, fotografías y parabienes. Ahí no hay patria que valga. Traigan lo que traigan, el negocio que sea, aunque arruine el territorio, aunque luego no vengan, aunque luego nadie sepa a qué han venido o si ya se han ido. Puro marketing, mercadotecnia de régimen y de partido, cuyo fin último es perpetuarse en el poder de una comunidad en estado de postración económica, administrando recursos públicos y las consecuentes fidelidades territoriales que aseguran. Al final, lo de siempre: clientelismo, qué hay de lo mío, tráete esa fábrica a mi pueblo y verás lo que vota todo el mundo, yo te lo pongo facilito. Simple en su concepción, transparente en su presentación pero resultón en mayorías absolutas, que es de lo que se trata.

Puedes fraccionar con impunidad los grandes proyectos (...) para así eludir la tramitación de sus autorizaciones por la Administración General del Estado y hacerlo a través de la Junta de Extremadura, mucho más “permisiva”

Pudiera existir, no lo neguemos, una tan discutible como noble intención de captar empleo al precio que fuera  o, también es posible, una apuesta menos virtuosa por consolidar un modelo de desarrollo dependiente de capital extranjero, absorto en el negocio financiero y que no dará jamás un paso en falso ni mirará más allá de su cuenta de resultados. Un modelo de desarrollo que no da pan para hoy y asegura el hambre para mañana. Exportación de energía, pelotazos urbanísticos a los que se acomodará la ley y para el que no valdrán sentencias (el ya citado Valdecañas), o extractivismo del duro... ¿Quién se acuerda de Aguablanca? La multinacional recogió todo el mineral que pudo, hizo caja y, cuando le pareció oportuno, se marchó sin mirar atrás ni contemplar el desierto que dejaba, guiada por la mano invisible del Mercado, la misma que aprieta todos los meses las economías domésticas de la región más pobre de España.

Proyectos, megaproyectos, nombres de grandes corporaciones y hasta de jeques, de prohombres comprometidos con Extremadura, comprometidos tanto que hablan de crear incluso paraísos del ocio y el juego en La Siberia extremeña. Aunque nada se sepa a estas alturas, todavía, de la evolución de ese cuento de la lechera llamado Elysium, el que tan hábilmente iban a ordeñar John Cora, ex-directivo de la compañía Disney, y Francisco de Borbón, primo lejano del emérito Juan Carlos. Eurovegas, le llamaban, y hasta una ley (¡una ley!) se hizo a medida para que todo aquello llegara, la vergonzante LEGIO, Ley Extremeña de Instalaciones de Ocio.

Mientras tanto, nuestro presidente, porfiando en un diseño que hace aguas por todas partes, que se demuestra ineficaz para revitalizar absolutamente nada que no sea las cuentas de beneficios de transnacionales, monopolios energéticos o grandes fortunas, persevera y asegura hace escasas fechas a embajadores extranjeros, como quien anuncia en el mercadillo una oferta irrechazable de calzoncillos XL, que “Extremadura tiene mucha potencia minera y mucho litio”. El litio, ese gran amigo de la sostenibilidad y el desarrollo sensato, de inolvidable huella por donde pasa... Ahí parece querer anclar el futuro nuestra clase dirigente (toda), en una mezcla entre campamento minero, parque temático y paraíso extractivo de energía. El guión de la política extremeña recorre incesantemente, en un ir y venir que acumula ya décadas de fantasmas, el camino que separa Los Santos Inocentes de Bienvenido Mr. Marshall.

Extremadura
40 años de ‘Extremadura saqueada’

El libro Extremadura saqueada ya abordaba hace 40 años la idea de usar esta comunidad autónoma para la instalación de industrias contaminantes. La lucha contra la nuclear de Valdecaballeros de finales de los 70 encuentra su mejor continuación en iniciativas como Salvemos la Montaña, en Cáceres. 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

El Salto Radio
El Salto Radio Abrir las cancelas
Sandra Algaba y Ana Pinto, compañeras del sindicato Jornaleras en lucha, presentan el libro “Abramos las cancelas”
Agroindustria
Agroindustria La factura de los nitratos industriales agrarios: más de un tercio de las aguas subterráneas contaminadas
El 11% de las aguas superficiales y más de un tercio de las subterráneas en España tienen niveles de nitratos por encima de la legalidad, al igual que las redes de 171 municipios. Las prácticas agrarias y ganaderas más industriales están detrás de esta contaminación.
#75112
25/11/2020 14:16

Dónde iremos a parar con ese conchivismo de nuestros políticos con grandes multinacionales q vienen a llevarse nuestro dinero(con subvenciones astronómicas) y a su vez vienen a destrozar nuestra naturaleza para meterse en el bolsillo las ganancias y dejarnos con las aguas envenenadas.. el paisaje desértico y destrozado y nuestra salud desmejorada.. x favor.. No a la Megaminería!!

4
2
#75107
25/11/2020 11:55

Desde los tiempos de Extremadura Saqueada no han cambiado nada en nuestra región, subdesarrollo total en todos los sentidos

5
1
#75105
25/11/2020 11:52

Arrancar encinas centenarias para poner placas solares, el centro budista de Cáceres, millones en un tren de alta velocidad que Portugal ni quiere, ni puede, mientras se desmontan las vías del tren convencional de la ruta de la plata, cemento y rotondas por todos los pueblos para que cementeras y constructores sigan acumulando ganancias y evadiendo impuestos, el museo de caza disecada del primo (aún más) fascista de Vara que quería poner en Olivenza... Las venas por las que se desangra nuestra región colonizada...

10
1
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza La comunidad palestina demandará al Gobierno español por incumplir la Ley de Comercio de Armas
El Gobierno sigue sin romper las relaciones militares con Israel y sigue permitiendo el tránsito de armas por territorio español, denuncia la comunidad palestina de Catalunya, que llevará al Ejecutivo central a los tribunales.
Ocupación israelí
GENOCIDIO EN GAZA La UPV/EHU recibirá 4,2 millones por colaborar en nueve proyectos europeos con Israel
Hasta tres universidades, así como cuatro entidades gubernamentales de Israel, acompañan a la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en iniciativas de la Unión Europea donde participan además empresas que contribuyen al genocidio.
Palestina
Palestina Mustafa Barghouti: “Tiene que haber un embargo militar inmediato contra Israel”
El líder de Iniciativa Nacional Palestina saluda el reconocimiento del Estado por parte de tres países europeos pero exige que los gobiernos tomen nota de las demandas de los pueblos que piden medidas de boicot para aislar al régimen de Netanyahu.
Urbanismo
medio ambiente El mar no espera: retrato de la regresión del litoral alicantino
La línea de costa mengua año tras año a causa de temporales marítimos y los estragos que generan diques, puertos, y espigones en las corrientes, que modifican la superficie arenosa.
Estados Unidos
Estados Unidos Trump es declarado culpable de 34 delitos, pero la condena no le impedirá presentarse en noviembre
El expresidente republicano hizo pagos a dos mujeres para encubrir sus relaciones sexuales y falsificó esos pagos en los documentos de su campaña presidencial de 2016. La sentencia será leída en julio.
Energías renovables
Energía y territorio Avalancha de macroparques solares en suelo rústico en Mallorca
La plataforma Renovables sí, però així no reclama una moratoria para frenar los más de 70 proyectos en tramitación que amenazan el campo isleño.
Especulación inmobiliaria
Gentrificación ¿Por qué se levanta Lavapiés?: “Esta manifestación es solo el principio”
El tejido social del barrio convoca la gran manifestación del 1 de junio para visibilizar la recuperación de la movilización vecinal y denunciar la turistificación, la destrucción de los servicios públicos o el racismo institucional

Últimas

Educación infantil
Educación en Madrid Cierra una escuela infantil pública de Arganda por falta de personal
El centro, gestionado por la empresa Atreyu Blota Carto, cuenta con más del 45% del personal de baja y sin reposición de puestos. 170 familias llevan sin clase desde el jueves.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza El sonido de las bombas en Gaza irrumpe en las calles de Logroño
Una quincena de activistas acampados en la Universidad de La Rioja ha trasladado el sonido de las bombas que día a día resuenan en Gaza a las calles de Logroño
Violencia machista
Precariedad laboral Huelga de 24 horas en el servicio de atención a las víctimas de violencia machista en Madrid
Las trabajadoras denuncian que el problema, que ya provocó paros parciales y concentraciones, se enquista. Las trabajadoras de la red denuncian falta de personal, de medios y de alojamientos para atender a las mujeres y sus hijos e hijas.
Sanidad
Sanidad pública de gestión privada El Hospital del Vinalopó seguirá privatizado pese a las 15.000 firmas en contra
Este viernes 31 de mayo finaliza el plazo para que se inicien los trámites de reversión al sistema público que el gobierno de Mazón no activará pese a la ausencia de informes que avalen la prórroga de la concesión.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina “Hay que seguir dando pasos para hacerle sentir a Israel como nos sentimos nosotros: solos y abandonados”
Muawia y Juan, palestino e israelí, han encontrado en la acampada por Palestina de la Universidad de Jaén, un espacio de encuentro que difícilmente podrían tener en su tierra. Un lugar seguro para resistir conjuntamente los envites de la ocupación y
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza Una acción de desobediencia civil en Sol pide la ruptura del Gobierno y las universidades con Israel
Estudiantes de la Acampada de Madrid por Palestina despliegan una pancarta gigante para exigir el fin de la colaboración con el gobierno y los centros universitarios israelíes.
Tratado de la Carta de la Energía
TCE Victoria de los activistas climáticos: la UE Sale del Tratado de la Carta de la Energía
VV.AA.
La salida del TCE se erige como un faro de esperanza y un testimonio del poder de nuestro activismo colectivo para moldear un mañana mejor.

Recomendadas

Literatura
Literatura Las escritoras de ‘clima ficción’ que llegan de América Latina
Autoras como Andrea Chapela, Clauda Aboaf, Adriana Bruno, Laura Ortiz o Silvia Moreno-García amplían los límites de la ciencia ficción o la fantasía en clave ecologista, decolonial y de memoria.
Política
Política El congreso aprueba la ley de Amnistía
Los 177 votos afirmativos dan luz verde a una de las leyes claves de la legislatura con la misma mayoría del bloque de la investidura.
Derecho a la vivienda
Abuso Policial Los 18 de la Macarena: cómo la violencia policial acabó con un proyecto para personas sin hogar
18 personas fueron detenidas y enviadas a prisión provisional en Sevilla en 2018 por la ocupación de viviendas para personas en situación de calle tras un desalojo mediado por la violencia policial. En julio se celebra el juicio contra los imputados.
Ocupación israelí
Ilán Pappé “Netanyahu y la extrema derecha israelí buscan una limpieza étnica en Gaza”
Este historiador israelí pone en duda que las presiones internacionales consigan frenar el genocidio aunque reconoce en conversación con El Salto que se está produciendo un cambio en la opinión pública mundial.