Filosofía
La antimoral y sus coartadas

La “moral-coartada” encuentra su fundamento en estructuras de poder que, en apariencia, vuelven moralmente neutras nuestras acciones, permitiéndonos conciliar el sueño a cambio de la renuncia a que la realidad sea otra.

Rescate Mediterráneo
Niños de diferentes países de África subsahariana duermen en la bodega del Golfo Azzurro, después de ser rescatados. Olmo Calvo
30 ene 2018 09:00

De forma cada vez más evidente, todo lo «moral» se relaciona con cierta articulación de una «coartada». Así, el significado que damos como individuos a una determinada acción será aquél que más beneficie a nuestra comodidad o a nuestros intereses y, en definitiva, a todas las posibles encarnaciones de nuestra autocomplacencia.

Si la acción es demasiado intolerable solemos optar por la apatía o por la indiferencia, previa denuncia testimonial. Éste es un mecanismo habitual. Pensemos en las matanzas de El Congo por el coltán, mineral tan necesario para que puedan construirse nuestros teléfonos móviles. Desde un punto de vista «moral-teórico» todos condenamos lo que allí sucede –de esto no cabe duda–; sin embargo, desde el punto de vista de la «moral-coartada» preferimos mirar hacia otro lado –desinformándonos a conciencia y evitándonos así el sufrimiento de pensar en el asunto– tal y como ocurre con muchas otras tragedias de las que somos beneficiarios, directa o indirectamente.

La «moral-coartada» opera en muchos otros niveles. Es una suerte de «relativismo voluntarioso» donde no hay más asideros para explicar la realidad que aquellos que nos permitan conciliar el sueño. Los aplicamos en nuestra vida cotidiana, dando legitimidad a comportamientos moralmente dudosos, pero que van encaminados, presumiblemente, a conseguir unos fines más elevados.

Sin embargo, aunque un teléfono móvil no sea algo reprobable en sí mismo, y aunque exista una distancia evidente entre marcar un número de teléfono y apretar un gatillo –piensen ahora en uno de los niños que trabajan en aquellas minas–, lo verdaderamente intolerable es que no hagamos «algo más» para impedir que este mundo sea «tal y como es».

Deja de ser admisible, por tanto, la afirmación de aquellos que se dicen portadores de unos «principios», ya que la «moral-coartada» sólo evidencia la existencia de unos «fines».

Zygmunt Bauman utiliza el término «adiaforización» para referirse a la acción y el efecto de hacer que el acto y el propósito de dicho acto se vuelvan moralmente neutros o irrelevantes

Un libro perturbador, Modernidad y Holocausto de Zygmunt Bauman, mantiene que el genocidio judío no fue una anomalía de la Modernidad sino que fue un producto de la misma. Todo el sistema burocrático se coordinó, mediante una estudiada división del trabajo, para que se llevara a cabo un fin –la aniquilación del pueblo judío dentro del territorio del Reich– de forma metódica, científica y en términos de eficiencia. Quienes se ocupaban de ordenar los registros y de rellenar las fichas de los judíos, redactar memorandos, elaborar anteproyectos o participar en conferencias no eran tal vez conscientes del verdadero efecto final –asesinatos en masa– de sus actividades cotidianas. «Nos limitábamos a cumplir órdenes», es la frase con la que muchos trataron de justificarse cuando la barbarie fue conocida.

El filósofo polaco Zygmunt Bauman utiliza el término «adiaforización» para referirse a la acción y el efecto de hacer que el acto y el propósito de dicho acto se vuelvan moralmente neutros o irrelevantes:

“Las inhibiciones morales contra las atrocidades violentas disminuyen cuando se cumplen tres condiciones, por separado o juntas: la violencia está autorizada (por unas órdenes oficiales emitidas por los departamentos legalmente competentes); las acciones están dentro de una rutina (creadas por las normas del gobierno y por la exacta delimitación de las funciones); y las víctimas de la violencia están deshumanizadas (como consecuencia de las definiciones ideológicas y del adoctrinamiento)”.

Respecto a las dos primeras condiciones –que podemos extrapolar a realidades distintas al ejemplo que nos plantea Bauman– responden a que el ideal de la disciplina apunta a la identificación total con la organización, donde se deben eliminar las opiniones y las preferencias personales, lo cual quiere decir que hay que estar dispuesto a destruir la identidad individual y sacrificar todos los intereses personales que no coincidan con las tareas de la organización. “En la ideología de la organización, esta disponibilidad para un sacrificio personal tan extremado se considera una virtud moral”. Por tanto, la disciplina sustituye a la responsabilidad moral.

Dicho de otro modo: la Kristallnacht (noche de los cristales rotos), como punto álgido del antisemitismo en las calles, supuso el asesinato de unos 100 judíos. Para alcanzar la cifra de 6 millones habrían hecho falta 20 años de Kristallnacht. Es, sin embargo, el proceso burocrático, en términos de eficiencia, orden y extrañamiento hacia la víctima, que es cosificada como mercancía (en los trenes se hablaba de “carga” y no de “personas”) lo que consigue alcanzar la terrible cifra que ahora conocemos. La «violencia estructural» es mucho más terrible y definitoria, por tanto, que la aparición de determinados episodios violentos.

Lo más peligroso de las estructuras es que son invisibles
Respecto a la cuestión de las estructuras es conocida la afirmación de Lévi-Strauss: “un sistema o configuración es siempre algo más que la suma de sus partes”. Un buen ejemplo para explicar este razonamiento, en apariencia tan complejo, es el caso de el señor Peel narrado por Wakefield y que Marx recoge en El Capital. El señor Peel llevó consigo de Inglaterra a la Nueva Holanda medios de subsistencia y de producción por un importe de 50.000 libras. El señor Peel trasladó además a 3000 personas pertenecientes a la clase obrera: hombres, mujeres y niños. Una vez que hubieron arribado al lugar de destino, sin embargo, el señor Peel se quedó sin un sirviente que le tendiera la cama o que le trajera agua del río. “Todo lo había previsto, menos la exportación de las relaciones de producción inglesas al río Swan en Nueva Holanda”.

Esas «relaciones de producción» son la «estructura», lo «estructural», eso que define que «el todo sea mayor que la suma de sus partes». En ausencia de dicha estructura (entendida por Wakefield como «relaciones de producción») los 3000 obreros se liberaron de todo compromiso con el señor Peel y se buscaron una hamaca.

Por tanto, la «moral-coartada» mediante la cual nos despreocupamos de todos aquellos problemas que entendemos que no nos son cercanos y urgentes, o incluso de aquellos que sí lo son, pero que preferimos no mirar de frente, es una cuestión estructural. Lo más peligroso de las estructuras es que son invisibles. La tarea más importante que tenemos en el horizonte es desactivar dichas estructuras en todo lo relativo a la violencia, a la precariedad, al machismo o a los refugiados, por citar sólo algunos ejemplos. Por encima de todo ello se erige una «superestructura ideológica» que yo denomino «moral-coartada» y que es trasversal a todas estas cuestiones anteriormente expuestas. «Coartada» como subterfugio, estratagema o disculpa, pero también «coartada» en su sentido de coerción por la vía de sistemas disciplinarios.

Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Filosofía
Adelanto editorial La zona de interés y el comunismo por venir
El comunismo por venir tiene corazón de mujer negra y sangre de conejo. Nada de lo otro le es ajeno.
Filosofía
Filosofía La “generación Q” y las sombras de la excelencia en la investigación
La cultura de las métricas de evaluación domina la carrera investigadora. Pero las sombras de este sistema nos obligan a cambiar la evaluación científica.
Susana Espeleta
2/2/2018 13:29

Absolutamente de acuerdo en el diagnóstico. ¿Cómo sacar/nos de la obediencia automática?, ¿cómo activar el pensamiento autonomo?, al fin, ¿cómo liberar/construir al «sujeto»? Me pregunto si el sentimiento de culpabilidad es iatrogenico, nos hemos adaptado a él, nos disociamos/desactivamos cuando aparece. Creo que la rebelión es posible desde la vitalidad, la lucha por la vida y/o el entusiasmo.

0
0
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Congreso de los Diputados
Congreso de los Diputados Los socios avisan que la paciencia se acaba y el PSOE anunciará medidas de regeneración democrática tras el 9J
En la jornada que el Congreso aprobó la Ley de Amnistía pasó desapercibido otro hecho: una PNL de ERC para exigir leyes al Ejecutivo para la mejora de la calidad democrática que cosechó apoyos de Sumar, Junts y PNV y hasta en algunos puntos del PP.
Urbanismo
medio ambiente El mar no espera: retrato de la regresión del litoral alicantino
La línea de costa mengua año tras año a causa de temporales marítimos y los estragos que generan diques, puertos, y espigones en las corrientes, que modifican la superficie arenosa.
Opinión
Opinión Frente el antisemitismo, Palestina libre
Los muros contra los, las y les otres, como el construido por Israel se erigen como hipérbole del miedo a la pérdida de control en el interior de cada cual y en el Estado.
Opinión
Opinión ¿Por qué mienten tanto las derechas?
Las derechas saben que el capitalismo está caducando y no quieren asumirlo, porque entonces ¿cómo iban a mantener su poder y riqueza?, ¿quién los apoyaría si dijeran que necesitan guerras para capear sus crisis y ganar más dinero?
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza La comunidad palestina demandará al Gobierno español por incumplir la Ley de Comercio de Armas
El Gobierno sigue sin romper las relaciones militares con Israel y sigue permitiendo el tránsito de armas por territorio español, denuncia la comunidad palestina de Catalunya, que llevará al Ejecutivo central a los tribunales.
Ocupación israelí
GENOCIDIO EN GAZA La UPV/EHU recibirá 4,2 millones por colaborar en nueve proyectos europeos con Israel
Hasta tres universidades, así como cuatro entidades gubernamentales de Israel, acompañan a la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en iniciativas de la Unión Europea donde participan además empresas que contribuyen al genocidio.

Últimas

Estados Unidos
Estados Unidos Trump es declarado culpable de 34 delitos, pero la condena no le impedirá presentarse en noviembre
El expresidente republicano hizo pagos a dos mujeres para encubrir sus relaciones sexuales y falsificó esos pagos en los documentos de su campaña presidencial de 2016. La sentencia será leída en julio.
Especulación inmobiliaria
Gentrificación ¿Por qué se levanta Lavapiés?: “Esta manifestación es solo el principio”
El tejido social del barrio convoca la gran manifestación del 1 de junio para visibilizar la recuperación de la movilización vecinal y denunciar la turistificación, la destrucción de los servicios públicos o el racismo institucional
Educación infantil
Educación en Madrid Cierra una escuela infantil pública de Arganda por falta de personal
El centro, gestionado por la empresa Atreyu Blota Carto, cuenta con más del 45% del personal de baja y sin reposición de puestos. 170 familias llevan sin clase desde el jueves.
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza El sonido de las bombas en Gaza irrumpe en las calles de Logroño
Una quincena de activistas acampados en la Universidad de La Rioja ha trasladado el sonido de las bombas que día a día resuenan en Gaza a las calles de Logroño
Violencia machista
Precariedad laboral Huelga de 24 horas en el servicio de atención a las víctimas de violencia machista en Madrid
Las trabajadoras denuncian que el problema, que ya provocó paros parciales y concentraciones, se enquista. Las trabajadoras de la red denuncian falta de personal, de medios y de alojamientos para atender a las mujeres y sus hijos e hijas.
Más noticias
Sanidad
Sanidad pública de gestión privada El Hospital del Vinalopó seguirá privatizado pese a las 15.000 firmas en contra
Este viernes 31 de mayo finaliza el plazo para que se inicien los trámites de reversión al sistema público que el gobierno de Mazón no activará pese a la ausencia de informes que avalen la prórroga de la concesión.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina “Hay que seguir dando pasos para hacerle sentir a Israel como nos sentimos nosotros: solos y abandonados”
Muawia y Juan, palestino e israelí, han encontrado en la acampada por Palestina de la Universidad de Jaén, un espacio de encuentro que difícilmente podrían tener en su tierra. Un lugar seguro para resistir conjuntamente los envites de la ocupación y
Ocupación israelí
Genocidio en Gaza Una acción de desobediencia civil en Sol pide la ruptura del Gobierno y las universidades con Israel
Estudiantes de la Acampada de Madrid por Palestina despliegan una pancarta gigante para exigir el fin de la colaboración con el gobierno y los centros universitarios israelíes.

Recomendadas

Energías renovables
Energía y territorio Avalancha de macroparques solares en suelo rústico en Mallorca
La plataforma Renovables sí, però així no reclama una moratoria para frenar los más de 70 proyectos en tramitación que amenazan el campo isleño.
Literatura
Literatura Las escritoras de ‘clima ficción’ que llegan de América Latina
Autoras como Andrea Chapela, Clauda Aboaf, Adriana Bruno, Laura Ortiz o Silvia Moreno-García amplían los límites de la ciencia ficción o la fantasía en clave ecologista, decolonial y de memoria.
Política
Política El congreso aprueba la ley de Amnistía
Los 177 votos afirmativos dan luz verde a una de las leyes claves de la legislatura con la misma mayoría del bloque de la investidura.
Derecho a la vivienda
Abuso Policial Los 18 de la Macarena: cómo la violencia policial acabó con un proyecto para personas sin hogar
18 personas fueron detenidas y enviadas a prisión provisional en Sevilla en 2018 por la ocupación de viviendas para personas en situación de calle tras un desalojo mediado por la violencia policial. En julio se celebra el juicio contra los imputados.