Educación
Pedagogías alternativas: reflexiones sobre un debate engañoso

El peligro de meter a todas las experiencias pedagógicas alternativas en el mismo saco en el que se incluyen los proyectos más elitistas es que nos deja sin alternativas.
Revuelta escolar CEIP Unamuno - 4
Imagen de una jornada e la "revuelta escolar" en el CEIP Unamuno de Madrid Atenea García
26 may 2022 07:00

Ahora que las pedagogías alternativas están siendo sometidas a juicio, acusadas de actuar en realidad como tentáculos de la sociedad neoliberal, surge de manera inevitable la pregunta: ¿qué propuesta educativa en torno a la metodología tienen en la actualidad espacios políticos con perspectiva de transformación social?

Parece evidente que existen consensos absolutos en la izquierda respecto a algunas cuestiones educativas, como puede ser la de la accesibilidad universal de los recursos educativos en términos materiales y económicos. Sin embargo, es a la hora de hablar de los distintos tipos de pedagogías cuando nos encontramos un amplio abanico de propuestas en el que las alianzas y las afinidades se difuminan. Proyectos particularmente elitistas parecen coincidir en algunos de sus planteamientos con las escuelas vinculadas de manera directa a los movimientos sociales, compartiendo parte del vocabulario e incluso referentes. Y, al mismo tiempo, la escuela pública, a la que sabemos reproductora de las violencias sistémicas y en la que se prioriza el vertido de contenidos reforzando el papel pasivo del alumnado, se abandera de algunos valores que podríamos considerar emancipatorios.

Así las cosas, el debate que se ha venido planteando en los últimos meses presenta una especie de camino bifurcado: “pedagogías alternativas” —un cajón de sastre en el que se incluye desde proyectos críticos y comprometidos que pretenden romper con la visión educativa hegemónica hasta escuelas/empresa que replican lógicas mercantiles en el espacio educativo— frente a las pedagogías tradicionales, que ahora parecen encarnar de nuevo valores de la izquierda como lugar de igualdad y redistribución del capital educativo.

Existe una desconexión entre aquello que nutre nuestra manera de hacer política y lo que consideramos deseable para la infancia

Este debate, apasionante a primera vista, es algo engañoso y deja algunas secuelas: sobre todo un efecto paralizante que nos impide observar la realidad del trabajo pedagógico. Existe una desconexión entre aquello que nutre nuestra manera de hacer política y lo que consideramos deseable para la infancia. Si nos detenemos a pensar en las maneras en las que aprendemos en los espacios de lucha, reconoceremos que recurrimos habitualmente a lo afectivo —generar aprendizajes desde lo que nos une con la persona de al lado—, lo participativo y comunitario —elaborar discursos y prácticas partiendo de nuestra propia experiencia como parte de un grupo— y, por supuesto, también a la búsqueda de referentes teóricos que nos nutren y nos ayudan a generar una base de valores compartidos. Es en este tipo de metodologías, por lo demás muy diversas, que las adultas nos hemos organizado y empoderado. Y, sin embargo, cuando miramos a la infancia pareciera que esas mismas prácticas se analizan agudizando las consecuencias de los posibles errores de la innovación y obviando o aligerando el resultado de continuar con lo anterior.

Mucho de lo que ha sucedido en el ámbito educativo en la última década tiene que ver con el estallido del 15M: la voluntad de partir de cero, la constitución de la asamblea como figura referente, la sustitución de términos tradicionales de la izquierda por otros más abiertos e inclusivos... Quizá, reconocer que este ciclo ha llegado a su fin y que muchas de las ideas y de los impulsos sostenidos en los últimos años están perdiendo ahora su fuerza, pueda ayudarnos a comprender mejor y a orientarnos con mayor lucidez en el debate. Sin embargo, puede significar un giro conservador descartar de manera tajante las experiencias de este ciclo sin reconocer muchas de las virtudes y aciertos que, sin duda, se han aportado. El valor de haber puesto encima de la mesa lo afectivo (o emocional), la necesidad de participación (o de horizontalidad) y, desde luego, las diferentes maneras de aprender (no sólo desde el contenido) no debería ser subestimado.

La crítica teórica a las prácticas pedagógicas tendría que asumir la tarea de cuidar las propuestas educativas transformadoras que ya existen y que son deseables en tanto que prefiguran el mundo por el que luchamos

La crítica teórica a las prácticas pedagógicas tendría que asumir la tarea de cuidar las propuestas educativas transformadoras que ya existen y que son deseables en tanto que prefiguran el mundo por el que luchamos. Por ello, quizá conviene dirigir bien el sentido de las preguntas que se hacen a la innovación pedagógica, para evitar caer en la nostalgia de un pasado educativo que nunca existió, y desalojar del banquillo de acusados a algunos de los intentos de nuevas prácticas educativas que son juzgados en bloque como frívolos o carentes de los valores “importantes” de la lucha. El peligro de meter a todas las experiencias pedagógicas alternativas en el mismo saco en el que se incluyen los proyectos más elitistas y con intenciones más alejadas de la transformación es precisamente ese: que nos deja sin alternativas.

Ojalá podamos seguir profundizando en torno a qué propuestas educativas son aquellas por las que apostamos, sin descartar en bloque mucho de lo ya construido. Tienen mucho que aportar a este debate proyectos educativos autogestionados que se han organizado para que lo económico no sea una barrera, que han podido poner en práctica metodologías para fomentar la autonomía de la infancia, que han elaborado materiales desde una perspectiva feminista y antirracista, en las que se han generado mecanismos de resolución de conflictos que busca la horizontalidad y que han prescindido de los sistemas de evaluación rompiendo así con un modelo competitivo y que reproduce la sociedad de clases.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Educación
Educación Mensajes subliminales de la innovación pedagógica
En educación, como en todo lo demás, necesitamos menos publicidad emocional enmascarada y más debate racional
Opinión
Educación Pública ¡Qué mal nos enseñaron la historia y qué mal la enseñamos ahora!
El currículo académico de la asignatura de Geografía e Historia de la secundaria andaluza le da poco espacio a la reflexión y a conocer la realidad de la historia.
Tribunal Constitucional
Pulso al fascismo El Constitucional tumba un recurso de Vox y avala la Ley Zerolo de igualdad de trato
La sala tumba por mayoría un recurso de inconstitucionalidad presentado contra la ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación que, entre otros aspectos, prohíbe la financiación pública de centros educativos que segregan por sexos.
Partidos políticos
Partidos políticos Díaz se postula para seguir haciendo “política de la buena” y no se borra de candidata a las generales
La vicepresidenta tercera del Gobierno asegura que “no se va” del espacio político de Sumar. Izquierda Unida llama a un frente amplio y su coordinador cree que hay que superar el personalismo de Díaz para abrir una nueva etapa.
Francia
Francia El último bandazo del temerario Macron reactiva la unidad de la izquierda
Tras el batacazo en las europeas, el presidente francés abre las puertas a un Gobierno ultra convocando elecciones legislativas anticipadas. Un escenario que empuja a los partidos de izquierdas a reanudar su coalición unitaria.
Análisis
Análisis Europa, muérete rápido, o ¿debe Europa cosaquizarse?
La Unión Europea ha presentado en estas elecciones su peor cara al mundo: un continente que se adentra en su invierno demográfico, intelectualmente un pantano, a cuyas orillas vive una población presa de una frustración y rencor.
Opinión
Extrema derecha Alvise, Milei, Llados y el fracaso de la política para ofrecernos un futuro
La falta de expectativas, la precariedad y el descrédito de las instituciones y del periodismo impulsa a los monstruos que se alimentan de la desesperación y la desinformación.
Palestina
Palestina Palestina más allá del reconocimiento
El anuncio sobre el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España constituye un paso considerable, pero no está acompañado de la adopción de otras medidas necesarias para su consolidación efectiva.
Genocidio
Reino Unido Un barrio acampado contra el genocidio
Las vecinas del municipio londinense de Hackney plantaron las primeras tiendas hace algo más de un mes. Perseverando fuera de los campus, echan su pulso particular para que las autoridades municipales rompan con Israel.

Últimas

Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Las cuentas de El Salto 2023-2024: cada vez más, un gran medio financiado por la gente
El Salto supera el millón de euros anuales de ingresos y aumenta su plantilla hasta llegar a las 28 personas empleadas. Todo eso con criterios éticos de financiación, funcionamiento horizontal y una cooperativa de propiedad colectiva.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Los desahucios crecen el 12,4% a pesar de la moratoria y el escudo social
En los tres primeros meses del año se produjeron 82 desahucios por día. Los desalojos por no poder pagar el alquiler suponen siete de cada diez. En este tiempo solo se registraron 563 juicios verbales por ocupación ilegal, según datos del CGPJ.
Comunidad El Salto
Diseño gráfico Que la fuerza creativa te acompañe: descubre la nueva web de Edita, la agencia de diseño gráfico de El Salto
Hablamos de nuestra “espada láser” de la creatividad: Edita. Poco lo hacemos para lo clave que ha sido en las distintas fases de nuestra existencia como medio y qué mejor ocasión que el estreno de su nueva web para recordarlo.
Más noticias
Unión Europea
Elecciones europeas Iparralde sucumbe a la extrema derecha
VV.AA.
El partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen se ha impuesto en la mayoría de pueblos de Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Behera en las elecciones europeas
Elecciones
Elecciones europeas Yolanda Díaz deja sus cargos orgánicos de Sumar tras el descalabro de las europeas
Los malos resultados de Sumar en la noche electoral del 9 de junio llevan a la líder de Sumar a dejar todos sus cargos en el partido. Seguirá como vicepresidenta del Gobierno.
Fútbol
Deporte y negocio Florentino Pérez y el Manchester City o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar el fútbol
Manchester City, Real Madrid y Barcelona entienden que las normas de la UEFA o las ligas nacionales limitan su capacidad de generar ingresos, y buscan cambiar las estructuras bajo las que ha funcionado el fútbol en las últimas décadas.
Tribuna
Tribuna Antigitanismo al desnudo: la silla vacía en el Parlamento Europeo
Doce millones de personas de la UE ven vulnerado el derecho fundamental más elemental en democracia: el derecho a la representación política.

Recomendadas

Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
30 años del levantamiento del EZLN Los retos del zapatismo hoy: cárteles, gobierno y militarización
En el tercer artículo de la serie de “30 años del levantamiento del EZLN”, el autor hace un recuento de la extraordinaria militarización de Chiapas y de cómo la narcoviolencia se hizo presente en este Estado del sureste mexicano
Estados Unidos
Keeanga-Yamahtta Taylor “La vivienda es un tema extremadamente político”
La profesora universitaria Keeanga-Yamahtta Taylor considera que la falta de una regulación eficaz en materia de vivienda en Estados Unidos obedece a la gran influencia del capital privado en las decisiones del gobierno.
Lobbies
Lobbies Atlas Network, el think tank ultraliberal que gana terreno en la UE de la mano de la agenda anticlimática
Una investigación de un laboratorio de control corporativo francés revela que una poderosa asociación global de lobistas libertarios empieza a abrir puertas en la UE en el afán de retroceder la justicia social y las políticas ambientales.
Entrevista La Poderío
Bethlehem Habboob “Es fundamental llevar el boicot a Israel a lo académico”
Bethlehem Habboob es una activista andaluzo-palestina. Junto al estudiantado, y gracias a las movilizaciones contra el genocidio del pueblo palestino en Gaza, han conseguido que la Universidad de Granada rompa sus relaciones académicas con Israel.